

El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, fue acusado de encubrir al represor de Patricia Isasa, ex detenida-desaparecida.
En el marco de la comisión de Juicio Político que este jueves ratificó las denuncias contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia, la ex detenida-desaparecida Patricia Isasa acusó a Horacio Rosatti de haber protegido al represor que la torturó.
Según relató Isasa en la comisión que comanda la diputada Carolina Gaillard, en su época como intendente de la ciudad de Santa Fé (1995-1999), el actual presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti encubrió a su torturador que trabajaba como empleado municipal.
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Patricia Isasa tenía apenas 16 años cuando en 1976, al inicio de la última Dictadura cívico-militar, fue detenida, torturada y violada en la ciudad de Santa Fé, vejaciones en las que participó Eduardo Alberto Ramos.
"Todo el mundo me decía que era el matón de Rosatti, que era el intendente de la ciudad de Santa Fe. Vos podés ser el intendente pero podés no saber quiénes son tus empleados. Y aunque los conozcas, por ahí no conocés el currículum de tus empelados. Me pareció que lo que correspondía era entrevistarse con él y decirle realmente quién era Ramos", recordó Isasa.
Entonces, contó que fue a verlo en 1998 a Rosatti para exponer la participación como torturador de Eduardo Ramos, empleado municipal de la ciudad de Santa Fé, pero el intendente hizo caso omiso al prontuario criminal de éste y lo mantuvo en funciones.
Isasa le había contado además al intendente Rosatti que Ramos, además de ser el "amo y señor" de la represión en la comisaría donde ella estuvo privada de la libertad, también lideraba una banda delictiva paralela con la que salía a robar.
"Lo detienen a Eduardo Alberto Ramos a fines de 1977. Trabaja en la represión en el 76 completo y 77 hasta fines de noviembre de 1977. Ahí es detenido por hechos comunes: privación ilegal de la libertad, robos reiterados y abusos. Es condenado por estos hechos a 16 años de prisión. Se lo muestro a Rosatti. También tenía causas por corrupción de menores. Si lo comparamos con Robledo pucho, este es un bebé de pecho", expresó.
"Además de esto, es la persona que me secuestró, que entró a mi casa a cara descubierta, que nos torturó. No le conté (a Rosatti) lo de la violación porque me costó décadas hablar de esto", continuó.
La mujer le planteó a Rosatti que Ramos no podía ser empleado de la Secretaría de la Cultura por su falta de idoneidad y por haber sido juzgado por un delito doloso, pero no tuvo la reacción esperada por parte del funcionario.
"Ramos era amo y señor de ese lugar, me hizo de todo, pero de todo. Apenas entré me ató de todas maneras, me puso una capucha, nos pateaba, nos maltrataba. Un compañero se logró desatar, abrió la ventana y se quiso matar", describió.
En relación a la reacción de Rosatti durante la reunión de 1998, Isasa narró: "Ni blanco ni negro. Dijo qué barbaridad o algo así pero no hizo nada. Yo no me quedé con eso y seguí denunciando".
Eduardo Ramos fue posteriormente condenado y detenido por delitos de lesa humanidad en 2005, entre muchos de los casos que avanzaron desde la sanción de la ley 25.779 que en 2003 anuló “las leyes de impunidad”, y que ahora el presidente de la Corte busca frenar, según la acusación de los organismos de DDHH.
Por último, Isasa aclaró que no busca un "castigo" contra Horacio Rosatti, sino que la Corte Suprema de Justicia sea integrada por miembros "probos", en compromiso con "la protección de los intereses públicos". "Soy argentina, amo este país. Nos merecemos gente proba en la Corte. Las hay. Hay muchísima gente proba. No nos merecemos una persona como Rosatti", cerró.
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