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Política Agropecuaria

El peronismo bonaerense busca recomponer su relación con el sector agropecuario

El vicepresidente del PJ bonaerense y los intendentes de Cañuelas, Carlos Casares y Gonzales Chaves se reunieron con directivos de entidades de productores porcinos de Buenos Aires.

 

En el plano nacional, el Gobierno adoptó como herramienta de trabajo con la cadena agroindustrial las Mesas Sectoriales. Hasta el momento, han demostrado algunos resultados en la cadena bovina, y desde Cambiemos extendieron esta modalidad a la lechería y porcinos.

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A una escala menor, un grupo de intendentes justicialistas apunta a replicar este mecanismo, y dieron el puntapié inicial con el sector porcino. Un dato no menor es que la reunión fue encabezada por el vicepresidente del Justicialismo bonaerense, Fernando Gray, secundado por los intendentes Gustavo Arrieta (Cañuelas); Walter Torchio (Carlos Casares); y Eduardo Santillán (Adolfo Gonzales Chaves). Por el lado de la producción participaron el presidente de APROPORBA, Alejandro Lamacchia; el vicepresidente de FEBA, Irineo Quiñones; y el secretario de FEBAPRI, Roberto Miskus.

Consultado por INFOCIELO, Lamacchia explicó que “nos convocaron para ver la situación del sector porcino, querían escuchar los principales problemas y ver como ellos podían encarar la situación en cada uno de sus municipios”.

En este sentido, el directivo de la entidad que nuclea a los productores porcinos de Buenos Aires agregó que los dirigentes justicialistas apuntan a elaborar un plan en el corto, mediano y largo plazo para esta cadena de valor, con el objetivo de sentar las bases de políticas de Estado, más allá del gobierno de turno.

En el encuentro no participaron representantes del ministerio de Agroindustria de Buenos Aires, encabezado por Leonardo Sarquis y según trascendió, la idea de este grupo de intendentes, además de elaborar un Plan Estratégico para este sector, es reunirse con representantes de otras cadenas de valor agropecuarias.

Esta reunión se llevó a cabo en un escenario complejo para la actividad porcina, tanto a nivel productivo como comercial. Si bien el sector cerró un 2017 con un incremento en el volumen producido, los incrementos en el precio del maíz, tarifas de servicios y de impuestos golpea fuerte a esta producción. A estas variables, se debe añadir la preocupación por la cada vez mayor importación de carne porcina, de destinos como Brasil y Dinamarca.

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