OPINIÓN

Juan Grabois y la doble moral de los progresistas 

Predican el odio contra el libre mercado, las empresas y "el campo" y viven de los pobres. El caso Juan Grabois.

La doble moral o doble vara es una patología que se repite entre los comisarios de la pureza ideológica Argentina y vale para los debates políticos, comunicacionales o para la práctica económica, entre los cuales se inscriben dirigentes como Juan Grabois.

Predican el odio contra el libre mercado, las empresas y “el campo” (los grandes generadores de trabajo) y viven de los pobres a quienes –según plantean- orientan sus políticas y dirigen la supuesta defensa de sus derechos.

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Son los mercaderes de la pobreza. Ante la tribuna pegan por izquierda y recogen por derecha los placeres del capitalismo que critican.

Viven en Puerto Madero, exclusivos country’s o en barrios cerrados.

Se los ve en autos y camionetas de lujo (difíciles de comprar y mantener para la mayoría de los trabajadores de este país), con IPhone’s nuevos, incluso los modelos que solo entran por ventanas dudosas del sistema de importación. Lucen ropas de las mejores marcas o zapatillas que no se consiguen por menos de 30 mil pesos, o puesto con otros parámetros, el equivalente a casi dos salarios mínimos, vitales y móviles.

La incongruencia también se representa en sus oficinas. No existe un gerente de pobreza sin oficina. Ambientadas, como se ven en las revistas de la alta sociedad, esa que combaten. Espacios amplios, luminosos, colores claros, mobiliario moderno. En los escritorios, entre consignas populistas y antiimperialistas, una MAC o un Ipad. Debajo de las fotos de piquetes y movilizaciones la maquina italiana de café de capsulas. Y un Smart de más de 50” al lado de una bandera de la organización social.

Las vacaciones son un capítulo aparte: nadie va de mochilero al sur o para en un camping de la costa. Descansan en destinos exclusivos. Los desvelan las luces del Tío Sam, el glamur de las calles Parisinas, el sol tibio colándose en la Plaza Mayor de Madrid, les fascina caminar por las calles de Roma, sacarse una foto con El Papa Francisco (previa crítica a la riqueza del Vaticano), recorrer Londres, esperar el cambio de guardia en el palacio Real con foto incluida, las exclusivas playas del sudeste asiático y las cálidas aguas del Caribe.

La doble moral se propago más rápido que el Coronavirus contagiando a los líderes de las organizaciones sociales, sindicalistas, legisladores y políticos por igual.

Nada más lejano de los que ellos dicen defender cuando se ponen frente a una cámara o algún micrófono en cuanta marcha, protesta, piquete o bloqueos organizan para demostrar su poder.

Juan Grabois es uno de estos personajes que ilustra, en gran parte, la panorámica de esta descripción. También podríamos mencionar a la Vicepresidenta, Cristina Fernández, quien reconoció públicamente que “amaba” sus vacaciones en la tierra de Mickey y del Tío Sam. Usa carteras Louis Vuitton y calza exclusivos modelos de diseñadores que cobran en dóalres. Aunque luego promueve que “La patria es el otro”. Podría modificar el eslogan por “la Patria es eso otro”, señalando el Norte y sus placeres.

Hace unos días Juan Grabois fue protagonista de un nuevo cruce twitero con Marcos Galperin dueño de Mercado Libre, uno de los 5 Unicornios Argentinos. O sea, propietario de una de las compañías argentinas que están valuadas en más de 1.000 millones de dólares.

“Juancito”, como lo llama amigablemente el Papa Francisco, profirió acusaciones y amenazas en la red del pajarito, luego de que el empresario agradeciera al gobierno uruguayo el turno para recibir la vacuna contra el Covid

Entre otras cosas el líder de la CTEP escribió: “Exilios fiscales y sanitarios, privilegios legalizados de evasores, chupasangres y usureros; la tortilla se va a dar vuelta y los ricachones que cruzaron el charco van a tener que pagar cien veces lo que evadieron”.

¿Qué le pasa ahora a Grabois con Galperin? ¿Acaso su nuevo enfrentamiento tendrá relación con el vínculo que lo une a Mercado Libre en su aventura editorial?

Porque Grabois vende su producción literaria a través de la plataforma on line de su “enemigo ideológico”. “La clase peligrosa” y “Los siete pecados Argentinos”, son los títulos que por 1.080 pesos ofrece el autor Grabois para la venta virtual. Tal vez resulte un poco caro el precio para sus seguidores. ¿Donara las ganancias?

Aunque parezca una paradoja, Juan Grabois, el dirigente que promueve la economía popular y arroja dardos filosos contra las empresas y los empresarios, vende sus libros por Mercado Libre.

¿De allí obtendrá el líder social los recursos para sus viajes a Italia? No se conoce una ocupación u otro ingreso formal del dirigente.

Una pregunta queda flotando en el aire ¿Porque Grabois no usa Correo Compras, la plataforma del Correo Argentino, para vender su obra? La respuesta es una sola: porque prefiere el beneficio del libre mercado, primera regla del Capitalismo. Asi son los “progresistas de cartón” que recitan casi de memoria “El Capital”, mientras abrazan para su vida privada los pensamientos de Adam Smith

La doble vara moral se advierte también entre otros políticos, sindicalistas y referentes sociales. El lujo y la buena vida es demasiado tentadora (sino pregúntenle al Indio Solari). Las barreras ideológicas se debilitan ante esa tentación. Prefieren pertenecer. Porque como bien decía la publicidad de una exclusiva tarjeta de crédito, ese estatus, “tiene sus privilegios”. Y estos vaya si los tienen.

Eso sí. Siempre con fondos públicos. ¡Es decir con la nuestra!

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