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"La NASA confirma que la ganadería argentina no contamina", según el IPVCA

Tras la difusión de un informe sobre emisión de gases de infecto invernadero por parte de la NASA, el IPCVA alcanzó una polémica conclusión.

El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), una entidad que nuclea a productores vacunos y cámaras de la industria frigorífica, se hizo de un informe de la NASA para asegurar que "la ganadería argentina no contamina".

"La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU. demuestra que la ganadería de nuestro país no contamina el medio ambiente", afirmó en un comunicado el IPCVA, a partir del monitoreo que un observatorio de la NASA realizó sobre la cantidad de emisión de dióxido de carbono.

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Como se sabe, el sector ganadero es uno de los más contaminantes del mundo debido a la emisión de gases de efecto invernadero, a la vez que es también una de las principales causas de la degradación del suelo y los recursos hídricos, según informó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hace poco menos de dos décadas.

Sin embargo, en una vuelta retórica extraordinaria, el IPCVA sostuvo que "el hallazgo es que Argentina es uno de los pocos países que aparece con balance positivo (color verde) debido a la captura de carbono en las "tierras de pastoreo" (bosques, arbustales, pastizales, etc.)."

A la vez que aclaran: "aunque la misión OCO-2 no se diseñó específicamente para calcular las emisiones de los distintos países, los resultados de los más de 100 países llegan en un momento oportuno".

"Las vacas digieren el carbono del pasto eliminando metano a la atmósfera. Pero el metano que ellas emiten esta “hecho” en base al carbono del pasto que consumieron y su duración es de entre 10 a 12 años en la atmósfera. Luego de ese tiempo el metano se transforma en agua y dióxido de carbono. El que es absorbido naturalmente a través de la fotosíntesis por las pasturas y pastos naturales. Y es así como el ciclo se repite una y otra vez. Es naturaleza pura", añaden.

La supuesta confirmación del IPCVA contrapone la evidencia científica, en tanto que fue la propia FAO la que señaló que "la ganadería es una de las principales fuentes de emisión de metano, un gas de efecto invernadero relativamente potente que contribuye al calentamiento global. Para hacerse una idea de su alcance basta imaginar que, si las vacas formaran un país, sería el tercero en emisiones de gases de efecto invernadero."

Asimismo, más allá de las controversias sobre la emisión de gases de efecto invernadero, la producción ganadera es responsable en el país de la significativa pérdida de bosques nativos, con el fin de creación de pasturas.

Un informe del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible realizado en el marco de la Ley Nacional Nº 26.331 de protección de boques nativos, así lo demuestra.

"La mayor parte de los bosques nativos de la Argentina se encuentran sometidos a usos ganaderos de distinta intensidad y con variados niveles de planificación, desde ganadería de monte extensiva y comunitaria a modelos intensivos que concluyen en pocos años en la conversión de bosques en sabanas y parques (deforestación diferida)", refiere.

Y prueba: "Entre 2012 y 2018, la superficie total de pérdida de bosque nativo en las provincias de Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero fue de aproximadamente 1 millón de ha, de las cuales un 28 % correspondió a una deforestación diferida justificada bajo un uso silvopastoril".

El informe de la NASA del que se validó el IPCVA fue el mismo que días atrás utilizó el presidente Alberto Fernández para alertar sobre la "crisis ambiental" reflejada en Argentina en "la dimensión de la sequía" como en la "bajante del Río Paraná".

En esa dirección, Alberto Fernández había llamado a "resolver el problema climático, porque todos somos en alguna medida responsables. Nuestra emisión de carbono es de 0,8%. Pero el problema lo pagamos como si fuéramos culpables del 100%".

El Presidente valoró la escasa emisión de gases por parte de Argentina para poner la centralidad de la responsabilidad del cambio climático en las potencias centrales, cuando el país se comprometió a reducir en un 19% su emisión para el año 2030.

Los precios, la demanda y la producción de carne vacuna argentina

Si bien Argentina se encuentra entre los países con mayor consumo per cápita de carne vacuna, el mismo descendió en los últimos años hasta la cifra de alrededor de 47 kilos por año por persona, uno de los más bajos de su historia.

La baja del consumo no se dio tanto por un cambio cultural sino por el aumento de su precio en relación al poder adquisitivo de la población. Solo en el mes de febrero pasado, la carne vacuna aumentó un 29% promedio.

No obstante, desde el sector ganadero resaltan que en términos interanuales, en febrero el incremento de precios estuvo por debajo del Índice de Precios al Consumidor. El asado, por ejemplo, el corte preferido de los argentinos, creció su valor un 75%.

"Si bien, tal como se mencionó, en los últimos meses la carne se incrementa por debajo de la inflación, esto no sucede al observar el proceso en los dos años, donde se percibe exactamente lo contrario: un incremento desmesurado de precios, muy superior a la inflación", retruca el CEPA al incorporar al año 2021 a la estadística.

En cuanto a la producción, desde el CEPA destacaron que en el mes de diciembre de 2022 se registró "una de las faenas más elevadas de los últimos 20 años con 1.2 millones de toneladas de acuerdo con los datos informados por SENASA lo que representa un aumento del 7,4% respecto de lo registrado en diciembre 2021".

"Las diez mayores empresas y grupos frigoríficos de la Argentina procesaron en el año 2022 un total de 3,84 millones de cabezas, unas 280 mil cabezas más que en 2021, con un nivel de participación del 28% sobre el total nacional. Más de un tercio de la faena en Argentina se concentra en un grupo reducido de frigoríficos, lo que marca un sensible nivel de concentración en un eslabón fundamental de la cadena compuesta por: cría, engorde, faena, despostado y venta minorista", releva el CEPA.

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