

La Subsecretaría de Género y de Diversidad del club platense organizó la primera Femiferia pincha y se generó una polémica entre hinchas luego de que feriantes utilizaran el apodo de un ícono para concientizar sobre el concepto de sororidad y el lenguaje inclusivo para renombrar al pincha como “Campexn del mundo”. A pesar de algunas reacciones negativas, el movimiento feminista crece y se hace cada vez más presente en el día a día de la institución.
El último 8 de junio, la Subsecretaria de Género y Diversidad que viene trabajando dentro del club desde hace más de un año, realizó su primera actividad masiva puertas adentro de la sede de Estudiantes y como todo cambio generó un sacudón interno que, más allá de la cantidad de gente que formo parte de la misma, ha generado reacciones poco felices por parte de algunos sectores.
Paula Aberastegui, abogada feminista y titular del área, le contó a INFOCIELO cómo fue encontrarse con el rechazo violento de algunos hinchas al ver la patriada de las mujeres que hacen valer su día a día en el club: “Esa respuesta tan reaccionaria nos da la pauta que estamos instando a la reflexión”, explicó.
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Comentarios como "no empecemos nosotros con estas boludeces", "el equipo de hombres salió campeón del mundo", "no puedo creer que después de todo lo que hicimos en mi club...", “lástima que nos están invadiendo” y otras reacciones más o menos agresivas, fueron apareciendo en los comentarios de las fotos que reflejaban la cara de Zubeldía bajo el lema “Zorroridad” (haciendo alusión al apodo del técnico: Zorro) y la utilización del inclusivo para ilustrar una remera con el lema “Campeonxs del mundo”.
Los rechazos están atravesados por una intolerancia casi irritante de un sector que se ha acomodado en el imaginario sillón de los dueños del club: “Esa reacción violenta viene de quién siente que el avance en nuestros derechos pone en tensión sus privilegios”. Esa interpelación que hace que algunos se ofendan quizás sea el principio de una reflexión que no viene mal hacerse a quién se crean propietarios de privilegios por género.
Aberastegui es además, abogada especializada en violencia de género y trabaja dentro del club. Lo que empezó siendo un trabajo de hormiga y de baja visibilización realizando talleres en el bachillerato del club, hoy se transformó en un trabajo institucional, apoyado por el presidente Juan Sebastián Verón.
El último fin de semana, en la primera ocasión en que las mujeres habitaron el club, se produjeron las primeras reacciones, muchas de ellas muy positivas, ya que la jornada fue pensada en varios aspectos. “El club es social y nosotras habitamos la sede. Más allá de que fue una feria no era una movida comercial, tenía un perfil de género. Aprovechamos la ocasión para poder instalar cuestiones vinculadas con la violencia de género, se repartieron folletos y se intercambiaron historias”, explicó Aberastegui.
La Femiferia, que estuvo enmarcada en el Ni Una Menos, tuvo también la intervención de uno de los bancos que están frente a la sede por parte del colectivo Pinchas Feministas, un gesto que fue apoyado por el espacio institucional, para impulsar la Campaña Internacional Banco Rojo que busca visibilizar, prevenir e informar sobre la violencia machista y sumarse al pedido de terminar con femicidios, travesticidios y transfemicidios. En el banco que quedó perpetuado frente a la sede social puede leerse "En memoria de todas las mujeres asesinadas por quienes decían amarlas".
“Hay que interpelar continuamente. Así se concreta lo que decimos en acciones, que el club de un espacio es importantísimo” cuenta la abogada que opinó sobre el juego de palabras con el apodo (Zorro) de un ícono del club como Osvaldo Zubeldía: “Zorroridad es también resignificar como el inclusivo en campeones del mundo que está pensado en desde un universal masculino. Se busca deconstruir esos sentidos para construir una identidad pincharrata que incluya a todes. Es importante decir las cosas como son”.
En la vereda de enfrente también se ve la lucha en busca de la reivindicación: en Gimnasia la Subsecretaría de Género también trabaja 24/7 por la igualdad y el sentido común: “Podemos ser irreconciliables desde los colores, pero llega hasta ahí” cuenta Aberastegui y subraya: “Se nos cría en la enemistad. La sororidad no tiene que ver con ser amigas, tiene que ver con entender que estamos en la misma lucha. Más allá de la camiseta laburamos con mirada de género”.
Ese laburo, que sigue siendo de hormiga, va creciendo en visibilización no sólo dentro de Estudiantes y Gimnasia hoy casi no hay clubes que no tengan un área vinculada al género y diversidad. Aunque moleste e interpele, el deporte y el fútbol en particular, se debe hace rato unas cuantas preguntas y ellas están decididas a plantearle la deconstrucción a quien guste y a quién no, también.
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