Estadio del Bosque: Gimnasia y el desafío de financiar el sueño
Gimnasia presentó los proyectos para el Estadio del Bosque y la respuesta fue contundente. ¿Cómo podría llegar a financiarlo y cuáles fueron las experiencias anteriores?
A principios de mes Gimnasia presentó ante sus socios el concurso de ideas que proyecta un nuevo estadio para el Bosque. Inicialmente la medida generó algo de polémica entre ciertos sectores de la vida política del club, y una inmediata respuesta de quienes concurrieron masivamente a la convocatoria del último 11 de septiembre.
Allí se dieron a conocer los tres proyectos que concursarán en el futuro. Si la intención era medir el interés entre los socios, la respuesta fue contundente y no dejó resquicios para el debate. Y si bien las fechas de la asamblea no están confirmadas, y tampoco queda claro cómo se resolverá el conflicto con Luis Díaz, el arquitecto del proyecto vigente aprobado en el año 2012 y que recientemente declaró que el concurso es “anti ético”, la pregunta que surge con naturalidad es de qué modo la dirigencia del Lobo tiene planificado financiar los costos de los proyectos presentados, y cómo esto podría complementarse con el avance de las obras en curso en la platea Néstor Basile.
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El gobierno del club anunció hace poco la renovación de un sector de la sede social, para la que tiene calculada una inversión de “alrededor de 200 mil dólares”, según le confió a Cielsoports Radio Oscar González Arzac, que se financiará con el producido de las últimas ventas hechas en el reciente mercado de pases, de modo de ratificar el rumbo de la actual CD de avanzar con recursos genuinos hacia la construcción del “Gimnasia más grande de la historia”.
En esa inteligencia se encuentra el gobierno encabezado por Mariano Cowen. Así lo expresaron públicamente cuantas veces pudieron, y a medida que pasa el tiempo, con los matices propios de cualquier gestión en la que ciertas incorporaciones del plantel profesional parecieran ir a contramano de esos axiomas, avanza sobre esa idea madre de: austeridad, obras, inversión en juveniles, promoción de jugadores, ventas, y reinversión, para generar así el anhelado círculo virtuoso. De ese modo, el propósito claro es avanzar en ese camino para evitar la toma de crédito para gastos corrientes y el pedido de financiamiento a privados al que se recurrió persistentemente en el pasado. Un mecanismo al que Cowen no adhiere y se para metodológicamente en la vereda de enfrente.
Ahora bien. No es lo mismo la puesta en valor de un sector de la sede, a encarar un proyecto de la magnitud de un estadio. ¿Por qué se empantanó el avance de la platea H? ¿Cómo era el acuerdo con el socio inversor? ¿Cuáles fueron las trabas del último intento en el Bosque?
La experiencia del Fideicomiso en Gimnasia. La inyección de medio millón de dólares que quedó frenada.
En junio de 2021 Gimnasia creó un Fideicomiso de administración y garantía ante la Dirección Provincial de Personas Jurídicas, para la construcción y ampliación de la platea H-Tribuna Néstor Basile. El club recibió más de medio millón de dólares por parte del socio y ex dirigente Jorge Reina, que equivalía al 65% de la obra, y se comprometía a la completa devolución del monto total de la inversión (us$ 507.568,76), en la misma moneda o su equivalente en pesos, con las utilidades derivadas de la venta de plateas y palcos emergentes del proyecto de ampliación. Sin intereses, y celebrados a través de contratos firmados entre el club y quien financiaba la obra. El otro 35% debía costearlo Gimnasia.
El acuerdo se rubricó por doce meses con renovación automática, para dar tiempo a la comercialización de los palcos y plateas para el posterior reintegro de los valores arriba mencionados. Las operaciones se realizaban a través de depósitos bancarios periódicos, y para mayor transparencia, contaba con la auditoria de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP. Todo registrado en las actas correspondientes de CD al alcance de cualquier socio que requiera su consulta. La idea coordinada con el club, que contaba con el compromiso de quien aportaba los capitales, era que a medida que Gimnasia depositaba en el fideicomiso el 35% que le correspondía, ese monto se reinvertía para de este modo tener un esquema de avance de obra por etapas en el que siempre existía la garantía de cobro, y al mismo tiempo, lo más importante, la continuidad de la obra hasta la finalización del estadio Juan Carmelo Zerillo.
Las dificultades económicas y financieras que se precipitaron de modo cíclico en Gimnasia hicieron imposible el cumplimiento de las obligaciones que había contraído, por lo que aquel porcentaje de aportes se distorsionó. El club recibió el dinero, pero “no depositó un peso en el fideicomiso” según confiaron a Cielosports.com. Ni la comisión directiva anterior encabezada por Gabriel Pelegrino, probablemente por las mismas diferencias que terminaron con la renuncia de Reina a la CD. Ni la actual conducción, probablemente porque vea a Reina como un adversario electoral, cumplieron con el contrato. Y por consecuencia, si bien sigue vigente, el fideicomiso cayó en desuso, al tiempo que sin esa financiación la obra avanzó sólo a cuenta gotas.
Otras opciones de financiamiento con fondos propios
Más atrás en el tiempo, Gimnasia había promovido una idea que tampoco pudo cumplir, y que hubiera sido, en caso de sostenerse en el tiempo, un modo permanente de financiación con recursos del fútbol para el avance de las obras del Zerillo.
En aquel momento, se había obligado a destinar al presupuesto del estadio, el 10% de las ventas de cada mercado de pases. Gimnasia separaba ese porcentaje del producido de las transferencias de los jugadores del plantel profesional, de modo que el financiamiento de las obras tuvieran una inyección extra cada seis meses.
Sólo con hacer el ejercicio de lo publicado oficialmente por el club, únicamente en el último mercado de pases podría haber destinado a la obra us$ 1.3 millones. Según el informe “Volvimos a Europa y abrimos nuevos mercados” Gimnasia vendió por us$13.556.000. El monto surge de las transferencias de Benjamín Domínguez, Alan Lescano, Felipe Sánchez, Ignacio Miramón, Matías Melluso, y Tomás Muro, más algunos préstamos de menor impacto, que podría incrementarse en caso de que alguna de esas transferencias logre los objetivos fijados en un techo de casi tres millones de dólares más.
Ahora que Gimnasia renueva la esperanza de avanzar sobre un estadio moderno y remozado, y visto la enorme expectativa que esto generó entre los socios, la próxima tarea del gobierno del club no solamente será emprolijar la situación con Luis Díaz para avanzar con la asamblea en la que se elija el proyecto ganador, sino al mismo tiempo aceitar mecanismos de financiación para que las buenas intenciones se traduzcan en un proyecto solvente, y no provoque una nueva decepción entre los socios que demostraron contundentemente el apoyo a la idea de la construcción del nuevo estadio del Bosque.