

Estas elecciones, Juntos por el Cambio tiene que renovar 26 bancas en el Senado y 19 en Diputados. El poroteo entre radicales, macristas y lilitos.
De cara a lo que será seguramente un cierre de listas traumático y frente a la amenaza de que haya competencia interna en las PASO, resulta un ejercicio interesante analizar qué pone en juego cada uno de los espacios que confirman Juntos por el Cambio en estas elecciones legislativas.
Juntos, el PRO, la UCR y la CC, junto a socios menores, hicieron en 2017 una elección histórica en la provincia de Buenos Aires. La ola enterró a la Unidad Ciudadana de Cristina Fernández de Kirchner, ganándole en las categorías senadores y diputados nacionales, y en 7 de las 8 secciones electorales bonaerenses.
TE PUEDE INTERESAR
Esto le permitió a María Eugenia Vidal tener un control total de la Legislatura provincial en los últimos años de mandato. Hoy, frente a un peronismo unido, esa performance parece difícil de repetir, lo que significa que algunos soldados quedarán en el camino.
Otro factor que importa en el análisis consiste en relevar cuántos legisladores no podrán reelegir, por tener más de un mandato a cuestas. En el caso de Juntos por el Cambio, son sólo cuatro, que, desde ya, “liberan” bancas en la Cámara, pero seguramente demandarán otros destinos.
Una conclusión que salta a la vista es lo poco que tiene para perder la UCR, al menos la variante alineada con la conducción de Maximiliano Abad: cinco bancas en el Senado y cuatro en Diputados, que se complementan con 3 en la Cámara de Diputados de la Nación. El radicalismo bonaerense parece así tener muy poco que perder en estas elecciones.
El brete en el senado es mayor. En estas elecciones,Juntos por el Cambio pone en juego 16 de los 26 escaños que le permiten tener mayoría en la Cámara alta. Para colmo, sólo el escobarense Roberto Costa, jefe del bloque, está imposibilitado de renovar.
El oficialismo tiene en la mira esta elección: un buen resultado le desbloquearía la salida de leyes clave para el gobierno de Axel Kicillof y ayudaría a sacarse una “piedrita” del zapato: el procurador militante Julio Conte Grand, jefe de los fiscales, que responde a María Eugenia Vidal.
La mitad de las bancas a renovar corresponde al PRO, cinco a la UCR y uno a la Coalición Cívica. Los dos restantes son alineaciones complejas y corresponden a las mezclas híbridas entre la UCR, el Peronismo y el PRO que generó Juntos por el Cambio en la Provincia.
En la Cámara de Diputados bonaerense, Juntos por el Cambio tiene que renovar 19 bancas. En realidad, en las elecciones de 2017 obtuvo más (23), pero el espacio se fue desmembrando tras la derrota de 2019. De los que quedaron y terminan sus mandatos, trece corresponden al PRO, sólo cuatro a la UCR, una al PJ macrista, una al partido de Graciela Ocaña y una a la Coalición Cívica.
Tres legisladores no pueden renovar sus mandatos: Sandra París, de la UCR; Rosío Antinori, del PRO, y Santiago Nardelli, ocañista.
Dejanos tu opinión