Haya los dirigentes que haya, le pongan la denominación que le pongan, el fútbol argentino sigue siendo un terreno donde la previsibilidad se hace notoria por su ausencia. A horas del atractivo superclásico entre Boca y River que termino en un empate en dos, las especulaciones sobre lo que podría pasar ante un igualdad absoluta de puntos y diferencias de gol entre ambos actuales punteros del Grupo A de la Zona Campeonato comenzó a instalarse y apareció una palabra que se hizo tendencia: sorteo.
Ahora, de donde sale esta teoría de la que todos hablan y dan por hecho si dicha palabra no aparece en ningún reglamento, ni en el de AFA ni muchos menos en la de la Liga Profesional de Fútbol que es la que rige la rebautizada Copa Diego Maradona.
Hoy por hoy Boca y River lideran con 8 puntos pero los de Russo tienen un gol más a favor (+4) que los de Gallardo (+3), lo curioso del dato es que ambos hicieron 8 tantos, lo cual hace que la matemática no este lejos de hacer su juego y es por eso que hay que revisar los reglamentos para entender la definición, pero hay que hacerlo aún más para comprender porque se habla de sorteo.
El reglamento de la Liga Profesional determina que, para definir un desempate entre dos equipos que igualan en puntos, se recurrirá al artículo 112 del Reglamento General de AFA. Este indica que los métodos para definir un desempate serán, en orden: mayor diferencia de goles, mayor cantidad de goles a favor, diferencia de puntos en partidos entre ambos equipos o, en caso de igualdad en estos también, diferencia de goles o goles a favor en esos partidos.
El problema radica en que el propio artículo 112 indica que esos métodos no se podrán aplicar ni para definir el primer puesto ni para definir un descenso. Ante esto, el artículo sería inaplicable. Hay un antecedente de una situación similar: En el Torneo Transición del 2016 Godoy Cruz era puntero – a falta de cuatro fechas- de la Zona 1 junto a San Lorenzo, en aquel momento los mendocinos tenían a favor una amplia diferencia de gol pero fue una de las primeras veces que se referenciaba la famoso artículo 112 del reglamento de AFA, más concretamente entonces, el punto 5.1 que “para el caso de empate en puntos en cualquiera de las posiciones, incluido el primer puesto de una o ambas zonas, serán de aplicación las disposiciones del art. 112 del Reglamento General.
En aquel tiempo los resultados hicieron que no haya que revisar reglamentos (Godoy Cruz se cayó y San Lorenzo se quedó con su Zona aunque luego fue goleado por Lanús en la final) pero ahora, el poco margen entre Boca y River llama a revisión con una particularidad. En ninguno de los dos reglamentos se habla de sorteo pero sí de un “procedimiento que se repetirá cuantas veces sea necesario” en referencia a los cálculos por diferencia de gol.
El azar en sí no está contemplado por escrito pero, al mismo tiempo, el artículo 112 no se puede aplicar y el reglamento de la LPF no contempla la diferencia de goles para definir el primer puesto. Es por eso que el sorteo aparece como la única forma de definición ante tamaña – y probable- igualdad en puntos y en goles entre Boca y River.
En lo que al fixture respecta Boca visitará el Diego Maradona para cerrar frente a Argentinos su participación en la Fase de Grupos de la Zona Campeonato mientras que River recibirá a un golpeado Independiente en estadio a confirmar ya que los de Nuñez vienen siendo locales justamente en la casa del Rojo.
La pregunta sigue siendo como se espera que “el producto” sea serio si en ningún reglamento existe una explicación aprobada para que el público sepa como se va a definir una copa. Una más para el catalogo de situaciones improvisadas para la dirigencia del fútbol argentino.