Para Enzo Martínez, este lunes 14 de julio fue especial. Y es que, siete meses después de la dura lesión que lo sacó de las canchas, el zaguero de 27 años completó su primera práctica de fútbol formal con el plantel de Gimnasia. La jornada, por caso, lejos estuvo de ser una más en Estancia Chica, ya que significó un paso trascendental para el uruguayo, cuyo regreso oficial a las canchas está cada día más cerca.
Martínez, nacido en Artigas, Uruguay, había sido operado el 14 de diciembre pasado de un esguince grave en la rodilla izquierda con rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo. Una lesión articular que lo había aquejado durante el partido ante Talleres, obligándolo a iniciar posteriormente una rehabilitación tan extensa como silenciosa.
Un paso adelante pensando en la vuelta
Hace algunas semanas, el marcador central zurdo de 1,84 metro había retomado los trabajos con la número 5, aunque todavía le faltaba la prueba de fuego: volver a moverse junto a sus compañeros en un ensayo de fútbol con un mayor nivel de intensidad. Esa espera llegó a su fin y el defensor sumó minutos bajo la atenta mirada del cuerpo técnico y la supervisión de los especialistas.
Martínez había desembarcado en el Bosque en septiembre de 2024 procedente de Liverpool de Uruguay, como uno de los últimos refuerzos del receso 2024 para reforzar la zaga tripera. Sin embargo, cuando ya había logrado disputar 11 partidos e intentado afianzarse, su ritmo se vio interrumpido por esta lesión.
Con contrato vigente hasta diciembre, el uruguayo apunta ahora a ponerse a punto físicamente y ganarse un lugar para sumar rodaje en la segunda mitad de la temporada. Aunque, está claro, Alejandro Orfila lo llevará de a poco para no apurar el regreso. El paso que dio este lunes fue, por lo pronto, importantísimo en ese sueño que tiene Martínez de volver a ponerse la camiseta y jugar.