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Fuego cruzado en Gimnasia: Onofrismo vs Pellegrinismo

Gimnasia vive un año particular. Con un pasivo complicado, una deuda post concursal mayor a la previa del concurso y con el equipo comprometido con el descenso; las elecciones de noviembre asoman con mucha disputa en la previa.

 

Atrás quedaron los tiempos de amistad y relación entre dirigentes de la gestión de Daniel Onofri, quien presidió el club hasta fines del 2016 y dirigentes de la lista que encabezó Gabriel Pellegrino, y que desde entonces gobiernan el club.

 

El segundo mandato de gestión de Onofri generó divisiones en un grupo de socios que supo trabajar a la par, cuando el equipo descendió a la B Nacional, tras la ida de Héctor Delmar de la presidencia. En el áreas de finanzas muchos forjaron amistades de años pero la situación del club los dividió.

 

 

Gabriel Pellegrino aportó dinero, y mucho, con Onofri en el sillón presidencial. Eso le abrió el camino para una segunda presentación a la presidencia, después de aquella derrota en su primera incursión. Pero los manejos de ese segundo gobierno el abogado, lo llevaron a basar su campaña en el club que ya no quería.

 

Esa división se agigantó cuando Pellegrino asumió la presidencia, y a los pocos días, reunió a varios dirigentes y abogados y empezó a trabajar en el concurso preventivo de acreedores, que fue aprobado por los socios en Asamblea en el 3 de marzo de 2017. Ese acto fue el quiebre de años de amistad entre varios actores.

 

Si bien en el actual gobierno eligieron no ir a la justicia, y solo dejar cada situación económica ante la presentación de acreedores en el concurso, hoy varios socios no le perdonan a los actuales dirigentes que cuidaron a los anteriores en esa toma de decisión. Pero el vuelto llegó y con la candidatura arriba de la mesa, Salvador Robustelli disparó contra sus sucesores.

 

 

Después de ser dirigentes en la gestión de Daniel Onofri, y acompañar a Francisco Gliemmo en la precandidatura para las pasadas elecciones (finalmente no se presentaron), Robustelli se lanzó como candidato a presidente y desde su espacio disparo fuerte contra las tomas de decisiones de Gabriel Pellegrino.

 

“El concurso es un verso que la gente compró. Respeto muchísimo al socio que levantó la mano en la Asamblea, pero levantó la mano sin saber lo que hacía. El concurso terminó en 84 u 89 millones de pesos, porque el número no está tan claro. Con la reventa de un jugador de la Comisión anterior se pagaba el Concurso. Ahora resulta que después del Concurso tenemos una deuda atroz”, disparó el actual precandidato en diálogo con CIELOSPORTS.

 

Robustelli tiene sus argumentos para posicionarse en el lugar que lo hace pero comete un grave error al desconocer la situación económica que dejaron en la gestión y él era parte de aquel grupo. Por eso en mayo del año pasado, Gerardo Marzola, actual dirigente de Gimnasia, y hombre responsable del área de finanzas, contó en CIELOSPORTS que recibieron un club con un “pasivo de 215 millones de pesos” y agregó que “en el concurso fueron aceptados 89 millones de pesos de los 215 millones presentados”.

 

 

Por ese entonces, también Marzola destacó: “el pasivo se reduce a unos 70 millones aproximadamente. En cuanto a las deudas privilegiadas, las laborales y las fiscales, el club ya las viene cancelando con el pronto pago”.

 

Hoy socios que supieron ser cercanos, y hasta forjaron amistades, están distanciados. Pero en ambos gobiernos, hay muchos responsables de una situación económica delicada. Aún el oficialismo no cerró la memoria ni el balance, por lo cual no se conoce oficialmente el pasivo del club. Pero de aquellos 215 millones de pesos que aseguró Marzola tras la gestión de Onofri, a la reducción del concurso, y los 326 millones conocidos a junio del año pasado, habrá que agregarles otros cuantos millones de pesos por el déficit mensual en el que se encuentra inmerso el club.

 

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