Análisis

Un Lobo con un aullido deslucido

Gimnasia salió a comerse a Rosario Central. Pero se fue desdibujando en el partido, aunque siempre fue superior a su rival, y sin encontrar respuestas desde el banco de suplentes terminó abrazándose al empate.

 

El Lobo llegó al Bosque con mucha ilusión después de la victoria ante Patronato en Paraná y de movida buscó darle un golpe a su adversario. Al principio encontró rédito a esa intención con agresividad y presión.

 

Con el gol de Leonardo Gil se fue de partido por unos minutos pero supo reponerse rápidamente con un penal (dudoso) bien ejecutado por Santiago Silva. Allí volvió a partido y al dominio.

 

 

Gimnasia se caracteriza la intensidad de sus jugadores y la presión pero, como ya le pasó en otros partidos del campeonato, le pasó factura la generación de juego y se quedó sin peso ofensivo.

 

Pedro Troglio movió el banco buscando tenencia del balón y frescura en el ataque pero Jean Hurtado y Rosales no fueron cartas de claridad para un equipo que luchó y metió hasta el final y buscó sin muchas armas quedarse con los tres puntos.

 

Ante un rival que pateó una sola vez al arco y le marcó un gol, Gimnasia dejó pasar una buena oportunidad de sumar puntos para la causa: escaparle lo antes posible a la zona baja en los promedios.

 

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