AFA: Política, economía, Superliga y derechos de TV

Daniel Angelici uno de los dueños de la pelota manchada

El 10 de noviembre de 2001 Diego Armando Maradona decía adiós. Se despedía del fútbol con una frase célebre y sus ojos llenos de lágrimas. "El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo. Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha", decía el Diego partido en mil pedazos ante una Bombonera repleta que explotaba ante sus dichos.

5567 días después el fútbol argentino volvió a mostrar que fácil es manchar la pelota en nuestro país. Los audios que ayer se filtraron a la prensa donde Daniel Angelici recibe un favor de Daniel Mitjans, titular del Tribunal de Disciplina de la AFA, y una aprobación de Luís Segura, en ese momento Presidente de la AFA, ante un pedido por un árbitro; demuestran el costado más perverso del fútbol argentino.

¿Quién es Daniel Angelici? El Presidente de Boca tiene mucho más poder. Sus influencias son muy pesadas en el fútbol argentino, además de ser el máximo dirigente de uno de los clubes más representativos. Sus contactos políticos, la relación de amistad con Mauricio Macri, hoy Presidente de la Nación, y sus vínculos con la Justicia lo han llevado a ganar mucho respeto y romper muchas barreras en favor de su club y sus propios intereses.

Los audios que aparecieron ayer, no sólo muestran el poder de Angelici y sus influencias, sino que desnudan una puja política y económica en la Asociación del Fútbol Argentino. Manchas por todos lados, sospechas a doquier y un destino incierto; son algunas de las pésimas cualidades que hoy muestra la dirigencia de nuestro fútbol, o gran parte de ella.

Daniel Angelici tiene tanto poder en la AFA y tanta influencia sobre la agenda política del día a día y en distintos dirigentes, que logró sentarse de los dos lados del mostrador. Por un lado fue uno de los máximos responsable de la creación de la Superliga por pedido del Gobierno Nacional y hoy es el máximo responsable del poder que ha ganado el Ascenso dentro de la AFA.

Angelici hoy está acá y mañana puede estar del otro lado. Sus ambiciones y operaciones movilizan jugadas y estrategias que solo buscan el bien particular y de sus “amigos”. Poco le interesa e fútbol argentino. De hecho lo demostró aliándose con dirigentes del Ascenso y proponiendo que su club “no tiene inconvenientes de parar seis meses si es necesario”. La realidad de Boca es muy distinta a la de decena de clubes que reciben un ínfimo porcentaje de derechos de TV. Pero en política todo puede suceder y lo que menos importa es la pelota. Ella está allí, manchada y quieta.

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