Un club de patotas y pocas ideas

El porcentaje de asistencia a la última Asamblea que presidió Daniel Onofri fue muy bajo. Muy pocos socios se comprometieron (un mal endémico de los últimos años en las instituciones del fútbol argentino) con el presente del club y asistieron a la Sede. La mayoría, protestó en la cancha, en las redes sociales y en la calle. Menos de 400 socios escucharon por última vez a la dirigencia Tripera.

El mayor porcentaje de los presentes lo hizo, al margen de su compromiso institucional, por estar comprometido en diferentes listas de cara a las elecciones. Allí se alistaron los integrantes de diferentes agrupaciones, hoy divididos entre Gimnasia Positivo y Gimnasia Grande. Pero junto a ellos se hicieron presentes diferentes socios que entienden su rol y participación en la vida institucional del club y aquellos que lucran con el mismo, los barras. A estos últimos, se les sumaron algunos “socios” que asistieron para intimidar.

El resultado de la Asamblea no fue el mejor. Pocas ideas, poco debate constructivo, muchas chicanas y muchos insultos. Los barras, que se manejaron siempre con mucha libertad en el club durante la gestión de Onofri, fueron, lamentablemente, los grandes protagonistas. A diferencia de lo que se esperaba, las agrupaciones políticas pasaron casi desapercibidas, salvo por el plantón de quienes conforman Gimnasia Grande.

La Asamblea dejó muy poco en términos institucionales y políticos. Ninguno de los referentes de las listas que pelearán en los comicios de este mes, tomó la palabra y jugó sus cartas. Más bien, pasaron inadvertidos y sus cometarios fueron por lo bajo o al oído de un compañero.

Así el oficialismo manejó la Asamblea como se acostumbró en los últimos años. Amparados en la actitud intimidatoria de aquellos que se presentaron para insultar y agraviar a los socios, dejaron sus últimos análisis y justificativos de un gobierno que se va con mucho en el debe y poco en el haber.

La Asamblea fue la despedida de Daniel Onofri y otros dirigentes ante la mirada de muy pocos socios. Muchos hablan y se quejan por lo bajo pero muy pocos lo hicieron en el lugar y momento adecuado. Ahora es momento de campañas. Allí deben aparecer las ideas. Gimnasia Positivo ya presentó su proyecto. Gimnasia Grande anda definiendo lineamientos para presentar sus cartas. Pero algunos socios cercanos a ambas listas juegan sucio. Alejados de las ideas y los proyectos, comandan campañas agresivas en las redes sociales.

Gimnasia necesita un cambio. Gimnasia necesita crecer. Gimnasia espera más. Gimnasia se merece mucho más. El tiempo dirá si aquellos que hoy están afuera del gobierno y la conducción política, están a la altura de poder hacerlo.

comentarios