Dolor en el fútbol
Murió "Totó" Schillaci: la historia del goleador del pueblo que conquistó a Italia y enloqueció a Argentina
El mundo del fútbol está de luto tras conocerse la muerte de Salvatore Schillaci (59), el delantero de la Selección de Italia en el 90´fue víctima de un cáncer.
Por Redacción Infocielo
El fútbol mundial está de luto tras conocerse en la madrugada de este miércoles el fallecimiento de Salvatore "Totó" Schillaci, histórico delantero italiano, a los 59 años. El atacante, autor del gol ante la Argentina de Bilardo y Maradona en el Mundial de Italia 90 ´ padecía un cáncer que terminó con su vida.
El atacante nació en Palermo y comenzó su carrera profesional en Messina para luego llegar a las potencias de su país como Inter de Milán y Juventus. Con la "Vecchia Signora", logró un título de Copa Uefa, y otro de Copa Italia. Se retiró jugando para Jubilo Iwata de Japón, club con el que logró dos títulos de liga.
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Más allá de su carrera a nivel clubes, Schillaci es recordado por su carrera en la selección italiana donde logró su máximo hito: ser el goleador del Mundial de 1990 con seis tantos; uno de ellos el que le marcó a Argentina en las semifinales, que la Albiceleste terminó ganando por penales, con la firma de su estilo de potencia y oportunismo.
La historia de Schillaci: el goleador del pueblo que conquistó a Italia
Durante el partido inaugural contra Austria, jugado en el Estadio Olímpico de Roma, Italia había dominado todo el partido, pero no había logrado romper la paridad. En el minuto 75′, cuando toda Italia se comía las uñas de los nervios, Schillaci saltó al terreno de juego en sustitución de Andrea Carnevale y, en apenas tres minutos, marcó de cabeza el gol de la victoria. El estadio Olímpico estalló y el país entero adoptó como ídolo al siciliano de origen humilde. Potente y tenaz, el delantero de la ‘Juve’ había hecho gala de su oportunismo habitual, sin embargo, siguió siendo el suplente de Andrea Carnevale hasta el tercer partido.
En su primer partido como titular marcó a los 9 minutos a Checoslovaquia en el cierre de la fase grupos, en los octavos marcó un golazo ante Uruguay para abrir el partido que terminaría 2 a 0, en lo cuartos aprovechó el rebote del arquero de Irlanda para llevar a Italia a las semifinales ante el campeón vigente: Argentina.
Esa noche del gol de Caniggia, del Estadio alentando por Diego, Schillaci ya era venerado como un santo patrono por los hinchas de la Azurra que lo habían bautizado como "Salvatore di la patria” (“El salvador de la patria”). Sin embargo el técnico no le dio la chance en los penales y lo que pasó luego es historia conocida.
