Rey Pelusa: Maradona siendo Maradona antes de ser Maradona
Un día como hoy pero de 1976 Diego Maradona debutaba como profesional. Mitos, verdades, recuerdos y desmentidas de una fecha fundacional.
Si existe una génesis del fútbol como lo conocemos se debe enmarcar dentro del contexto de Fiorito. Allá al sur del conurbano donde el hijo de Doña Tota y Don Diego elevaba el polvo de las canchas de la Villa al compás de su ritmo eléctrico que desparramaba a descalzos y calzados por igual. Si hay algo que supimos al final del cuento es que Maradona fue Maradona antes de ser Maradona . El mismo desfachatado, el mismo atrevido, el mismo villero orgulloso.
La historia hablará de Dieguito, de Pelusa, de Diego y de Maradona de nuevo para resumir todo su máxima expresión: D10s. Así, con escrito combinado entre letras y números. Distinto a todos, todas y todo. Único y brillante pese a todas sus manchas. Así fue y era Diego, ese que hoy debería estar acá en nuestro suelo, en nuestro lodo, celebrando y recordando nuevas anécdotas de aquel debut profesional del que hoy se cumplen 45 años.
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Si desde su partida todos los días tienen algo de Maradona el de hoy es fundacional. El 20 de octubre del ´76 Diego Armando Maradona debutó en medio de números que hoy pudieran estar grabados como mandamientos: el primer partido como jugador de Primera fue con 15 años, con la 16 en la espalda y a 10 días de otro natalicio.
Esa cancha de Argentinos, a la que Diego llegó sólo un día después de que el técnico Carlos Montes le avise que iba a ir al banco de los suplentes, es la que alberga mitos y verdades de millones. Es imposible que todos los que atestiguan ese momento hayan estado realmente ahí. Poco importa ya.
Ni siquiera era necesario que Maradona desmitifique aquel debut del que se decía había sido tirando un caño en su primera intervención. “No fue la primera. La primera me acuerdo que hice un pique y no llegué" , contó Diego en 2001 no sin después aclarar que dicho caño llegó a la tercera: “Cabrera se lo comió. A la tercera que toqué. Me dieron la pelota y le hice así, pac, pac, caño ”. Cabrera esa uno de los integrantes de un Talleres que pese al arriba del Diego todopoderoso se llevó la victoria de La Paternal, una suerte de medalla que aún brilla en la historia de los cordobeses.
Aquel octubre fue la presentación en sociedad de aquel pibe que ya había ganado 136 partidos en un año con Los Cebollitas de Argentino, que hacía malabares en las previas de los partidos, que ya salía en los diarios y que, ante las cámaras de televisión, había hecho de su sueño un mandamiento.
A 45 años de aquel día y a 10 de sus 61 la historia de Maradona sigue escribiéndose tan escandalosa como mitológicamente. Diego sigue dividiendo las aguas a su paso como lo hacía con sus rivales y así será por siempre.