Eduardo Domínguez lo había anticipado hace muy poco, cuando vio la paridad que existía en el Grupo A de la Copa Libertadores: el entrenador dijo que la clasificación se iba a definir en el final. Y así podría suceder: la goleada de la U de Chile por 3 a 0 ante Carababo en Santiago, si bien era previsible, volvió a poner el grupo al rojo vivo, porque no sólo superó al Pincha y pasó a ser el nuevo líder de la zona, sino que le metió mucha presión a Botafogo, que está obligado a ganarle a Estudiantes para seguir con chances de pasar a octavos.
Para los del Barba por ahora las cuentas son las mismas: si gana, se meterá a los octavos de final sin necesidad de esperar el último partido de local ante Carabobo, ya eliminado. Además, si vence en Brasil, también clasificará a los chilenos.
Ahora, si empata en Río, con otra igualdad de local ante los venezolanos le alcanzaría para clasificarse, ya que entre Botafogo y la U de Chile se sacarán los ojos en el último partido, también en Brasil y uno se quedará afuera. En ese escenario, los de Domínguez tienen un plus en su buena diferencia de gol: +5
Por eso es que el campeón de América está más obligado que nunca a ganarle al Pincha. Porque este miércoles arrancará el partido cuatro puntos abajo de la U, el nuevo líder. Y si empata, deberá golear a los chilenos en la última fecha (también en Río) para superarlos. O ganar y esperar que Estudiantes pierda de local con Carabobo, ya eliminado y sin siquiera con chances de ir a la Sudamericana.
¿Y si Botafogo le gana a Estudiantes, qué?
Si eso sucede, si vence al Pincha, el Fogao sumará nueve, quedará a un punto de la U de Chile y alcanzará al Pincha con nueve unidades (lo pasará o no según la diferencia de gol). Y a partir de ahí, todo se definirá en la última fecha. Allí, brasileños y argentinos estarán obligados a ganar sin mirar al otro para pasar. De lo contrario, estarán las variables de una definición ajustadísima.
Por lo pronto, la goleada de la U carga más de presión al Fogao que a Estudiantes, que con la victoria en Chile de la fecha pasada dio un paso fundamental. Pero lo que está claro es que el grupo está más caliente que nunca.