Cada vez serán menos la camisetas con el número diez en la espalda con el nombre de Lionel Messi que se verán en la rambla de Barcelona, cerca del Camp Nou, por la Barcelona o caminando por el barrio Gótico. Lo que se sabía que era inevitable dentro de dos años se hizo realidad en menos de 24 horas: el FC Barcelona comunicó que Messi no seguirá. Su presidente, Joan Laporta, dijo que prefería no estirar la agonía. El club y la ciudad pierden un hombre ícono que rompió todos los récords y ayudó a terminar de instalar la capital catalana a nivel mundial.
Los juegos olímpicos de Barcelona 92 significaron un antes y un después para la ciudad condal. Su estructura cambió y dio paso al turismo de masas. En 1990 la ciudad recibió 1.7 millones de turismo, y en 2019 -el último año de turismo masivo antes de la pandemia- 9.500.000 fueron las personas que visitaron el segundo distrito en importancia en España.
Seamos claros: las personas venían a Barcelona a ver el modernismo de Antoni Gaudí y al club de Leo Messi. Según datos de la oficina de turismo de Barcelona en 2019 la Sagrada Familia (4.717.796 visitantes)es el primer sitio visitado en la ciudad, seguido por el Parque Güell -un parque modernista también diseñado por Gaudí- (3.154.349). El podio es completado por el museo del FC Barcelona (2.661.156).
Es común ver en cualquier calle la camiseta del astro rosarino. Las hay en las tiendas oficiales y también en cualquier tienda que vende replicas. Se las puede comprar también a los manteros que están por el Port Vell, un puerto deportivo camino a la famosa playa de la Barceloneta donde hay yates gigantes de magnates de cualquier parte del mundo.
Chau Messi: ¿Hola debacle económica?
Pero si vamos estrictamente a los números, Messi genera más de lo que cuesta. La publicación de su contrato por parte del diario El Mundo puso en duda si el club se estaba hipotecando para mantener la ficha del argentino. Eran otros tiempos, los de ex presidente Bartomeu y del burofax que no pudo ser.
“Messi es la parte fundamental de los ingresos atípicos del Barcelona. Si analizamos cuanto dinero genera para el club, la cifra está entre 250 y 300 millones de euros. Su salario bruto es de 140, como mínimo el Barça tiene 100 millones de beneficios”, explicó hace unos meses Marc Ciria, que forma parte de Diagonal Inversiones. Ciria asesoró en 2015 al actual presidente Joan Laporta en las elecciones del club en 2015.
Es imposible separar la marca Barcelona del nombre de Leo Messi. La consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) presentó el año pasado un informe del impacto económico del club para la capital catalana: el Barcelona contribuye a la riqueza del distrito con 1.191 millones de euros, el 1,46% del PBI de la ciudad. Los números, que son de la campaña 2018/2019, muestran que hay 19.500 puestos de trabajos relacionados y un aporte fiscal de 366 millones de euros.
“El Club se consolida como uno de los agentes transversales y dinamizadores con impacto diferencial en multitud de sectores, como turismo, la hostelería, el transporte o los medios de comunicación, y contribuye de manera muy importante a la riqueza económica de la ciudad de Barcelona”, dice el parte de prensa de la presentación del informe. Otro dato llamativo es que ese año el Barcelona -y Messi como su principal activo- significaron para la ciudad 1,43 millones de pernoctaciones. Las pernoctaciones son las noches que un viajero se queda en un establecimiento.
Messi: millones de Euros sólo en camisetas
Esas camisetas de Messi que se verán cada vez menos, y que con el tiempo se transformarán en un objeto de colección, también serán una merma para el club. En 2020, según Euromericas Sport Marketing, se vendieron 860 mil casacas culés. En cambio, con el turismo a pleno, en 2019 ese número fue mucho más alto: 3,60 millones de camisetas. El 80% de ese total llevan el nombre Messi.
Pero Messi no es sólo una de las dos mejores zurdas de todos los tiempos y una montaña de dinero. El capitán del seleccionado argentino es un símbolo para la sociedad catalana. En mayo de 2019 Leo Messi recibió la Cruz de Sant Jordi, uno de los máximos símbolos de reconocimiento en Cataluña. El gobierno catalán entrego esta distinción al jugador argentino por representar los valores de “humildad y honestidad”. Ese año Messi aportó para la construcción de uno de los mayores centros de oncología pediátrica de Europa que también estará en Barcelona.
Para los catalanes Messi representa valores como “la humildad, la honestidad, el aprendizaje, la creatividad, el sentido de equipo y el respeto”. Es el segundo futbolista en recibir este tipo de distinción, el primero fue Johan Cruyff, figura rutilante del futbol holandés y el segundo jugador en importancia en la historia del Barça, después del mismo Messi.
Messi se va de una manera injusta, sin partido despedida, pero quedará para siempre en una ciudad que lo seguirá viendo en camisetas con su nombre en la calle y en los miles de niños catalanes -en 2020 Leo fue el segundo nombre más puesto en la región-. Tal vez cuando escuchemos un padre que diga “Leo para ya con la pelota”, como cantaba Serrat, o cuando veamos el número diez en una camiseta con su nombre recordaremos que en algunas oportunidades el pasado es mejor, y que quienes pudimos verlo siempre pensaremos en sus tardes jugando a la pelota, haciéndonos más felices.