Racing se quedó con un partido épico en una nueva edición del clásico de Avellaneda, al derrotar a Independiente por 1-0 luego de haber jugado media hora con nueve futbolistas. En el final pudo haberse quedado con ocho, pero el coraje de uno de sus jugadores, justamente un ex Rojo, hizo que eso no ocurra.
Con Gabriel Arias y Leonardo Sigali expulsados, y sin cambios disponibles, Nery Domínguez sufrió una luxación en el hombro izquierdo que le generó dolor y le impidió moverse con total normalidad. Pero lejos estuvo de dejar la cancha.
El futbolista, que también había sufrido un corte importante en la cabeza, cambió su camiseta manchada de sangre y, luego de que lo vendaran, ingresó al terreno de juego haciéndose un corte en su camiseta a la altura del pecho. ¿Por qué? La intención del mediocampista que previamente supo jugar en la vereda rival fue la de inmovilizar el brazo para disminuir el dolor, y así poder seguir jugando y evitar que su equipo pierda un futbolista más.
Inmediatamente su decisión se replicó en las redes sociales, en donde todos recordaron la Final de la Copa del Mundo de 1986 entre Argentina y Alemania, en la cual José Luis Brown, ex defensor de la Slección Nacional, incurrió en una práctica idéntica. “Pasé por un millón de cosas difíciles… ¿Iba a dejar de jugar una Final del mundo por un dolor en el hombro? Ni loco ”, dijo hace unos años el Tata recordando aquel partido, en el que jugó buena parte del segundo tiempo en esas condiciones.