ย โYo no es que fuera un hombre de campo, pero prรกcticamente crecรญ en un pueblo chiquito, de unas siete mil personas y lo que tenรญa ahรญ era el campo a 30 metros de mi casa y desde que tuve 5 aรฑos, me pase ahรญ todo el dรญaโ. Las palabras pertenecen al mejor socio futbolรญstico que tuvo Diego Maradona y hacen referencia a Henderson, la ciudad cabecera del partido de Hipรณlito Yrigoyen en el oeste bonaerense, ย que vio a crecer al dueรฑo de estas declaraciones: Claudio Paul Caniggia, mรกs conocido como el pรกjaro o, como lo bautizรณ un relator,ย el hijo del viento.
La carrera del hombre que parece no envejecer, tiene algunas particularidades tรญpicas del fรบtbol de finales de los 80 y principios de los 90, cuando los jugadores estrella ย no iban a los poderosos de Europa sino que optaban por otras opciones por el famoso cupo de extranjeros. El propio Caniggia lo recuerda y dice: โ A veces me dicen que podรญa haber jugado en equipos mรกs fuertes y es verdad, pero fue asรญ porque el fรบtbol era distinto, los cupos de extranjeros lo complicaban todo. Mirรก al brasileรฑo Junior, fue al Pescara y al Torino. Enzo Francescoli, uno de los mejores jugadores que he visto, fue al Cagliari. Toninho Cerezo, a la Sampdoria. Zico, al Udinese. Maradona no fue ni al Milan ni al Inter ni a la Juventus, sino al Nรกpoles, que el primer aรฑo peleaba en mitad de la tabla. Gica Hagi, al Brescia. Ramรณn Dรญaz, uno de los mejores delanteros que vi en mi vida, ยกal Avellino fue! โ.
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Sin embargo el delantero de la melena dorada, que pone a Bilardo sobre cualquier tรฉcnico (โyo aprendรญ todo de รฉlโ), ya llamaba la atenciรณn desde sus gurrumines aรฑos de jugador de Juventud. Osvaldo Gorjon es dirigente y pro tesorero del club. Hace memoria para Infocielo y devela un apodo globalmente desconocido de Cani: Yayi, del que recuerda: โHabrรก jugado unos pocos partidos en la 1ra divisiรณn del club. Lo que sรญ recuerdo que vivรญa cerca de mรญ casa y que era un atleta impresionante, 100, 400, 800 metros, imbatible en los intercolegiales, era bueno a lo que jugaba, desde ping pong hasta lo que quieras. De fรบtbol ni hablar, por algo es de los 3 o 4 histรณricos con la de la Selecciรณnโ, rememora.
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Entre las fotos de aquel Yayi surgen los lazos con el Caniggia de hoy. El presidente del Club, Luis Martรญn, ha logrado poner el primer ladrillo del puente que une a la leyenda con el equipo que lo vio dejar surcos en las polvorientas canchas de las ligas zonales: โA nosotros, los futboleros, ย nos vuelve locos la idea de verlo un dรญa en la canchaโ, cuenta quien estรก hace cuatro aรฑos a cargo del club y le pone el cuerpo, el alma y el bolsillo junto con otros 10 miembros de la Comisiรณn.
Las redes sociales jugaron un papel clave para este acercamiento. Pese a que Cani mantiene amistades de aquellos aรฑos, Martรญn cuenta que el operativo digital hizo su parte. โEl contacto surgiรณ desde las redes, todos los dรญas le mandaba mensajes hasta que un dรญa contestรณ. ยฟQuiรฉn serรก ese loco? habrรก dicho. No lo podรญa creer. Se lo contรฉ a la Comisiรณn y se reรญan y un dรญa ย me llega un audio y era la voz de รฉlโ.
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Para entender la magnitud del impacto emocional que puede generar semejante contacto solo hay que prestar atenciรณn a la descripciรณn del presidente: โMe sentรญa como si estuviese gambeteando yo a los brasileros. Para mรญ ย ya habรญa hecho todo lo que podรญa hacer por el clubโ, cuenta con entusiasmo quien lleva, en conjunto con sus pares, todo tipo de tareas para sostener a este club que tiene 120 socios activos y da pelea en la Liga de Pehuajรณ.
La pandemia generada por el Covid 19 sirviรณ tambiรฉn para reforzar el vรญnculo entre la leyenda y el cub que honra la memoria de Demetrio Hernรกndez en la entrada de su predio. Caniggia enviรณ un mensaje concientizador para el Facebook oficial de Juventud Unida que ya tiene todo preparado para el dรญa que el 7 bravo quiera regresar: โNosotros tenemos el deseo de que pise la cancha o juegue un partido de la Copa de Campeones, que venga a jugarย 10 minutos. Que salga del tรบnel, salude y con eso ya estรกโ, fantasea el presidente, y agrega: โLa idea es alcanzarle la remera de la รฉpoca en que รฉl jugaba y una de ahora, esperamos que pueda venir en cualquier momento. Le harรญa muy bien al club y a la gente que lo vio nacer acรก, en esta canchaโ.
Divino Tesoro
Entre esa gente que lo vio nacer estรก Churche Vicente, alรญas โel Churchiโ, su amigo de la infancia que no sรณlo tiene el orgullo de conservar la amistad con el ex River y Boca, sino tambiรฉn ย dos tesoros invaluables para cualquier futbolero: una camiseta de River de un clรกsico con Boca de los โ80 y una de la Selecciรณn Argentina del Mundial del ยด90.
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Las historias y los nombres se multiplican como los de los tรฉcnicos que lo vieron hacer diferencias escalofriantes con el resto, antes de irse con 11 aรฑos del club. Omar Pedernera y el Negro Tolosa eran los entrenadores ย del joven Claudio Paul, que por entonces jugaba en quinta, pero le hacรญan lugar en la cuarta cuando faltaban jugadores.
โLa pelota iba para donde querรญa. Era terrible. Pero jugar en potreros lo que te daba era algo diferente a tu fรบtbol. No solo lo digo yo, ya se ha hablado mucho de esto. ย En el potrero, a salir con el balรณn con gente alrededor, a pensar, lo aprendes instintivamente. Luego llegรกs a un campo de verdad y es un lujoโ, contaba Caniggia hace un tiempo en Lanzalabola, recordando sus orรญgenes.
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Juventud Unida fue -es- la segunda casa de Caniggia y tambiรฉn de su padre, y lejos de lo que ocurre ahora en otras instituciones, el club no sacรณ ningรบn beneficio econรณmico por su formaciรณn futbolรญstica. En la Revista XI se recuerda la salida de Yayi: en aquel momento no se pensรณ en hacer dinero, sino mรกs bien en no cortarle la carrera a un joven de 14 aรฑos. El presidente por entonces era Juan Messina y River vino a llevรกrselo luego de que haya contactos con Carlos โEl Negroโ Jaimerena, que era de la peรฑa riverplatense de Henderson.
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Jaimerena jugaba al billar con el padre de Caniggia y fue quien lo llevรณ a River, donde Cani quiso โser 8 pero por mi velocidad me pusieron de 7โ; despuรฉs es historia conocida. Padre e hijo compartieron la camiseta de Juventud en esa cancha en la que el delantero recuerda que โdespuรฉs pasaban los corderos para quitarles la lana. Nadie querรญa pasar por esas zonas del campo, si corrรญas por ahรญ se te llenaban las medias de espinas; luego, cuando te golpeaba la pelota, se te clavaban. Te llenabas de sangre, era un dolor terribleโ.
ยฟSerรก el tiempo de animarse a sufrir por unas espinas despuรฉs de la cantidad de golpes que le dieron en su carrera? ยฟSe cumplirรก el sueรฑo de verlo entrar por el tรบnel con la roja y blanca puesta? ยฟSe fundirรก pronto en un abrazo con su querido Churchi? Estas y otras tantas preguntas salen solas y la velocidad de las respuestas, otra vez, estarรกn en manos del hijo del viento.
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