Gimnasia tuvo un buen comienzo de primer tiempo, con manejo de pelota y mucho movimiento en la zona de ataque creó peligro a los pocos segundos en la defensa del Cervecero. El conjunto de Alfaro hizo circular la pelota y aprovechó los contra ataques para poder lastimar a al equipo visitante, que solo tuvo algunas llegadas por desatenciones en la defensa Tripera.
Lo que el buscó en la zona de fuego, con un centro delantero y otro que acompañe por afuera funcionó, Rasic esperó siempre en el área y ayudó en tareas defensivas, Bou se movió por todo el frente de ataque y ayudó a Meza y Castillón en las bandas. El Lobo se fue por un solo gol al descanso, pero por la falta de efectividad.
Demostraron ansiedad, el equipo estuvo acelerado y atento, mereció más. Pero funcionó de buena manera y se entendió en lo que fueron los primeros 45 minutos bajo el mando de Gustavo Alfaro.
En el complemento el campo empezó a jugar su mala pasada, y la lluvia acompañó para hacerlo todavía más difícil. El equipo de Alfaro bajó la intensidad en todas las zonas, pero siempre tuvo el manejo de la pelota, y eso le hizo más complicado las situaciones a Quilmes.
Con el correr de los minutos, el local se tiró atrás y lo buscó de contra ataque. El técnico Tripero mandó a la cancha a Contín y a Mendoza, dos jugadores con velocidad para tratar de contrarrestar las llegadas del elenco de Grelak. Por abajo poco, por las bandas y con centros intentó el visitante, pero se encontró con una defensa bien parada y con Bologna que rechazó todo lo que le fue a las manos.
Fue un buen arranque para la era Alfaro, en el mejor momento del equipo se vio intensidad y buenos movimientos. La defensa se mantuvo firme y en la zona de ataque se desperdiciaron varias situaciones de gol. Ahora tendrá que mejorar en algunos aspectos de cara a los próximos encuentros.

