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Desahogo y regreso: reviví el último ascenso de Gimnasia a Primera División

El 28 de mayo es una fecha de desahogo para los hinchas de Gimnasia. Ese día, en el año 2013, el Lobo se sacó toda la bronca contenida luego de años de malos resultados, y festejó el merecido regreso a Primera División luego de una temporada de gran nivel.

Después de coquetear con el descenso en 2009 y 2010, al jugar en ambos años la Promoción ante Atlético de Rafaela, finalmente Gimnasia perdió la categoría en 2011 por esa vía a manos de San Martín de San Juan. Dos años más tarde pudo volver a donde su historia manda.

El ascenso llegó tres fechas antes de la finalización del torneo, en la fecha 35, en un 2-0 sobre Instituto en Córdoba. La campaña del equipo Tripero no dejó dudas, y más allá de que no pudo arrebatarle el título a Rosario Central, terminó ascendiendo con comodidad.

698 días transcurrieron entre el 1-1 con el Verdinegro que selló la pérdida de la categoría y el triunfo sobre la Gloria que marcó el regreso. Casi dos años debió esperar el hincha Tripero, y así lo vivió, con casi 15 mil personas acompañando al equipo un martes por la tarde.

El partido, de trámite parejo, se liquidó en cuestión de minutos sobre el final de la primera parte: a los 37 Facundo Pereyra abrió el marcador de cabeza luego de un centro desde la derecha, y a los 44 Oliver Benítez anotó el segundo con la misma fórmula.

El Lobo consiguió resurgir de las cenizas, y con una buena mixtura entre nombres de experiencia en la categoría y figuras jóvenes surgidas de su propia cantera, además de la innegable impronta de Pedro Troglio desde el banco, regresó a la elite del fútbol argentino.

SÍNTESIS


INSTITUTO (0): Julio CHIARINI; Raúl DAMIANI, Cristian BÁEZ, Martín ZBRUN y Roberto FLORIS; Franco CANEVER, Mauro BELLONE, Federico VISMARA y Cristian BERNARDI; Maximiliano BARREIRO y Pablo BURZIO. DT: Frank KUDELKA.

GIMNASIA (2): Fernando MONETTI; Facundo OREJA, Osvaldo BARSOTTINI, Oliver BENÍTEZ y Lucas LICHT; Franco MUSSIS, Dardo MILOC, Ignacio FERNÁNDEZ y Matías GARCÍA; Franco NIELL y Facundo PEREYRA. DT: Pedro TROGLIO.

GOLES: PT: 37’ Pereyra (G) y 44’ Benítez (G).

CAMBIOS: PT: 25’ Maximiliano MORALES x Barreiro (I). ST: 0’ Gonzalo BAZÁN x Floris (I), 25’ Facundo PONZIO x Burzio (I) 29’ Cristian PIARROU x Benítez (G), 35’ Maximiliano MEZA x Fernández (G) y 41’ Luis PERALTA x Pereyra (G).

ESTADIO: Mario Kempes (Córdoba).

ÁRBITRO: Pedro ARGAÑARAZ.

EL LÍDER DE LA MANADA


No cabe duda que la piedra fundamental de la campaña del ascenso tuvo lugar el 4 de octubre de 2011, casi un año antes del inicio de la temporada 2012/13. ¿Qué pasó ese día? Pedro Troglio asumió la conducción técnica, luego del breve ciclo de Osvaldo Ingrao.

Con el Lobo en puestos de descenso a la B Metropolitana al cabo de las primeras nueve fechas, Troglio consiguió rápidamente los resultados necesarios para salir de ese lugar y puso al equipo en la pelea de arriba, aunque nunca llegó a meterse en zona de ascenso.

Ya a mediados de 2012, después de finalizar en la colocación, el DT tuvo la posibilidad de armar el equipo íntegramente con sus nombres y sus ideas, pudo conformar un plantel unido dentro y fuera de la cancha, y se vieron los resultados de su trabajo.

Ese fue el segundo de los tres ciclos de Troglio en la institución: el primero había tenido lugar entre 2005 y 2007, el segundo fue ese que se inició en 2011 y finalizaría en 2016, y el tercero, el más reciente, fue de 2018 a 2019. En total dirigió 289 partidos con un 50,87% de efectividad.

LA COLUMNA VERTEBRAL


Aquel plantel contó con varios jugadores de primer nivel, y algunos de ellos luego serían vendidos a los principales equipos del país. El corazón de ese once lo conformaron: Fernando Monetti, Lucas Licht, Osvaldo Barsottini, Ignacio Fernández y Facundo Pereyra.

El Mono, el Bochi y Nacho, tres productos de la cantera, fueron fundamentales desde su lugar: el arquero con sus atajadas clave, el capitán con su experiencia y sus penales, y el hoy mediocampista de River con su valioso aporte en la generación de juego.

El caso de Licht contó con el valor agregado de su regreso: por entonces el lateral tenía la posibilidad de seguir jugando en Racing, pero decidió volver al Lobo para ascender con el club de sus amores, y hoy, siete años más tarde, sigue en el plantel.

Pucho Barsottini y el Gordo Pereyra fueron sin dudas dos de los mejores refuerzos: el defensor venía de ser un pilar de Instituto la temporada previa y repitió en el elenco Tripero, mientras que el atacante llegó a último momento y anotó 15 goles fundamentales.

¿CÓMO JUGABA ESE EQUIPO?


Casi sin excepciones el dibujo predilecto a lo largo del torneo fue un 4-4-2 tradicional en el que, fiel al estilo de los equipos de Troglio, la marca y el sacrificio fue innegociable. El despliegue por los costados fue un punto muy importante.

El equipo tuvo una base marcada, más allá de algunas ausencias ocasionales, y sobre todo en el fondo el once ideal siempre estuvo claro, con Fernando Monetti en el arco, Facundo Oreja en el lateral derecho, Barsottini y Juan Carlos Blengio en la zaga, y Licht en el carril izquierdo.

En el centro de la cancha Omar Pouso fue el encargado de poner la marca, mientras que Nacho Fernández le dio al equipo la cuota necesaria de juego. Sobre un costado el despliegue fue obra de Franco Mussis, y por el otro estuvo a cargo de Matías García.

En el frente de ataque Pereyra era una fija, más allá de ser suplente en el comienzo del torneo, pero su compañero varió: en el primer semestre jugó Matías Quiroga, pero con la llegada de Franco Niell en enero, el Enano se adueño del puesto de segundo delantero.

LOS NÚMEROS DEL LOBO


El plantel de Gimnasia logró el ascenso tres fechas antes de terminar el campeonato, con 73 puntos en 38 encuentros disputados. Terminó una unidad por debajo de Central, y siete por encima de Olimpo. A Banfield, el primero de los que no subió, le sacó 15.

El Lobo fue en aquella campaña el equipo que menos partidos perdió (7 PJ) y el segundo que más ganó (21). Además fue el que más goles convirtió (53), y el segundo que menos recibió (25). De los 38 encuentros que disputó ganó nada menos que 21.

El futbolista que más partidos jugó fue Monetti, que con 37 presencias solo se perdió el encuentro ante Gimnasia de Jujuy por la segunda rueda. Luego lo siguieron Blengio, Oreja y Mussis con 36, Barsottini con 35, Licht con 34, Pereyra con 33 y Nacho con 32.

Por su parte los goles se repartieron de la siguiente manera: Pereyra 15, Barsottini 8, Licht y Niell 5, Fernández, García y Luis Peralta 3, Matías Quiroga y Federico Rasic 2, Blengio, Dardo Miloc, Mussis, Cristian Piarrou, Benítez, Pouso y López de Patronato en contra 1 cada uno.

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