Tras un buen 2024 con Independiente Rivadavia, Franco Romero finalizó su préstamo y regresó a Defensa y Justicia, dueño del pase, para luego ser vendido al Toluca de México por 2.000.000 de dólares. Estudiantes, que lo formó desde el 2020 y con quien tuvo vínculo hasta 2024, recibirá un pequeño ingreso por mecanismo de solidaridad.
Dicho mecanismo otorga un 5% de la transferencia para los clubes que formaron al jugador, por lo que el Pincha, uno de los formadores, recibirá una cifra cercana a los 100.000 dólares. Un cifra no muy significante, pero que es el resultado del trabajo de las divisiones inferiores del club.
Su llegada a un club importante de Norteamérica, como lo es Toluca, y su proyección a futuro con apenas 24 años, valoriza la labor de la Escuela Pincha como formadora de futbolistas. Además, Estudiantes podría volver a percibir ingresos en futuras transferencias de mayor peso si el jugador rinde en el equipo mexicano.

El día que Romero le convirtió a Estudiantes y no lo gritó
Romero llegó a jugar tan solo cuatro partidos en el Pincha. El club en el que logró asentarse y donde se ganó su reputación fue Independiente Rivadavia, donde disputó 63 partidos, logró el ascenso a Primera División, y convirtió dos goles. Uno de ellos, en UNO ante Estudiantes.
Como capitán y referente de la Lepra mendocina, Romero se hizo cargo de un penal y lo cambió por gol, venciendo a Matías Mansilla y poniendo el 1-1 en el marcador. Por supuesto, por su pasado y su formación en el club, no lo gritó.

