Estudiantes volvió a jugar mal, perdió 1 a 0 por el gol que marcó Leandro Fernández y en el que tuvo responsabilidad matías mansilla y pone seriamente en duda su clasificación a los octavos de final del torneo doméstico. El equipo de Domínguez pasa por un bajón prolongado que genera más dudas que certezas.
El primer tiempo puede dividirse en dos partes. La primera estuvo centrada en lo que pasó hasta el gol anulado por un milimétrico offside de Funes Mori tras un tiro libre de Sosa y la segunda de allí en adelante.
Estudiantes empezó muy bien en el partido. Impuso condiciones, jugó con fluidez y dinamismo y hasta tuvo las mejores situaciones. La más clara fue ni bien comenzado el partido, cuando Alexis Castro erró un gol increíble debajo del arco que, encima, le costó el cambio por lesión.
El Pincha lo buscó por los dos costados y, pese a no mostrar su mejor versión, tuvo situaciones para irse arriba en el marcador. Desde la mencionada situación de Sosa y su gol anulado, el partido cambió. El equipo perdió las pocas conexiones que tenía y, para colmo de males, en la única que Belgrano llegó, la mandó a guardar.
Uvita Fernández tuvo todo el tiempo del mundo ante la pasividad demarca del equipo de Domínguez para avanzar con pelota dominada y ponerla contra el palo derecho de Mansilla, que dio un flojísima respuesta y suma cada vez más dudas pensando en el futuro inmediato. Un mazazo del que Estudiantes no pudo salir en la primera mitad.
En la segunda parte, Estudiantes empujó pero no tuvo con qué. Apenas algunos destellos de Cetré arrimaron algo de peligro hasta el arco de Belgrano, pero la falta de fluidez de juego y de peso en el área rival no la pudo disimular, ni siquiera el amor propio del Ruso Ascacibar.
Con el correr de los minutos, el equipo entró en la desesperación de jugar con el resultado en contra y no logró quebrar el cerrojo defensivo de Belgrano, que terminó complicando un poco más la ya complicada clasificación que tiene Estudiantes por delante, si sigue jugando en este nivel.