Un 2 de agosto pero de 1981 el país se anoticiaba de la muerte de Delfo Cabrera, uno de los primeros héroes olímpicos de la Argentina, que perdía la vida en un accidente de tránsito en el kilómetro 187 de la Ruta 5 cuando regresaba a su hogar luego de ser homenajeado en Lincoln. Con apenas 62 años, la leyenda del atletismo dejaba este suelo dejando un legado enorme tras el inolvidable oro conseguido en los Juegos Olímpicos de Londres 1948 donde se impuso en la legendaria maratón.
A 40 años de su muerte el legado de Cabrera (que viene de la mano del de Juan Carlos Zabala) sigue intacto, creciendo y latiendo en el espíritu deportivo de las delegaciones de cada competencia, de la actual de Tokio 2020 y de los Juegos Olímpicos que vendrán.
Cabrera nació el 2 de abril de 1919 en Armstrong Santa Fe, cuando la zona era casi una aldea, una zona de paso entre la vía del ferrocarril hasta que apareció la Ruta 9; el joven Delfo, que trabajó en dicha contrucción, empezó a formarse como atleta desde entonces. Nadie imaginaba que años más tarde iba a conquistar el mítico Wembley para quedarse con el oro en la maratón de de 1948 en Inglaterra.
La historia del oro argentino en los Juegos Olímpicos: De Zabala a Cabrera
Cabrera, cuarto de seis hijos de la relación entre Cleto Cabrera y Juana Gómez, desde muy joven fue un hombre de sacrificios. Cuenta la historia que el trayecto de vuelta a su casa desde el trabajo hasa su casa lo hacia corriendo junto a uno de sus hermanos. Inspirado por el oro olímpico coseguido por Juan Carlos Zabala el los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1932, Cabrera comenzó a competir de forma amateur hasta que fue captado por San Lorenzo, el club que le abrió las puertas a su formación definitiva.
El hombre que ya había demostrado sus dotes físicas siendo bombero de la Policía Federal, llegó al Ciclón con 18 años para luego destacarse en el servicio militar; terminado su paos por las fuerzas recibió el apoyo del gobierno peronista al punto de darle una ahijada a Eva Duarte de Perón a la que llamó María Eva.
Aquellos inolvidables Juegos Olímpicos para al atletismo argentino no sólo tuvieron a Delfo Cabrera como protagonista. Más allá del oro inmaculado conseguido por el hombre que perdería su vida en las rutas bonaerenses, entre los 10 primeros lugares de aquella maratón que hoy parece inposible de igualar aparecieron dos argentinos más: el mendocino Eusebio Guiñez y el bahiense Armando Sensini.
Tan grande fue la gesta en aquellos Juegos Olímpicos de los atletas de Argentina que la marca de tres representantes del mismo país entre los primeros 10 lugares de un maratón recién fue superada en Pekín 2008 por Etiopía (7 entre 10). Bombera en la Policía Federal por elección, cursó el profesorado de Educación física para poder compartir su experiencia con quienes se sientieron inspirados por su proeza.