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Promoción ante Rafaela: a diez años del milagro de Gimnasia

 

El 12 de junio no es una fecha más en la historia de Gimnasia. Aquel partido revancha por la promoción frente a Atlético Rafaela marcó un auténtico hito en la institución platense. La lucha enfervorizada por mantener la categoría y sobre todo, la manera en que se resolvió el juego transformó a la gesta en épica.

 

En el partido de ida, Gimnasia había caído por 3 a 0, la revancha se presumía lógicamente difícil pero con el correr de los minutos, en un bosque colmado, el escenario parecía francamente imposible.

 

 

El Lobo jugó un flojo primer tiempo, no pudo vulnerar la valla de Atlético hasta los 10 del segundo tiempo. A los 20 ingresó Franco Niell desde el banco para sumar delanteros, pero el Tripero seguía jugando mal. A los 43 minutos del complemento el Lobo ya lo juagaba con nueve hombres: el árbitro había echado a Esteban “Teté” González y a Roberto “Pampa” Sosa.

 

En ese momento Franco Niell conectó su primer cabezazo y puso el 2 a0 a favor de los Albiazules que necesitaban un gol más para lograr la hazaña. El árbitro adicionó seis minutos y el Bosque comenzó a latir otra vez y explotó dos minutos más tarde más tarde cuando Niell lograba lo imposible: “escucho el relato y se me llena el pecho de emoción. Lo escuché miles de veces y siempre se me pone la piel de gallina”, le contó a La Cielo el héroe de la tarde y agregó: “no recuerdo ni que me saqué la camiseta. Fue una cosa de locos. El Bosque ese día explotó, nosotros salimos a la cancha confiados”.

 

De aquella fecha quedó esta edición de los múltiples relatos. En el mismo se pueden escuchar las voces de Pablo Giralt, Pablo Bari, Daniel Dalto, Jorge Arcapalo y Juan Pablo Weisse para los distintos medios que cubrieron aquel partido.

 

 

 

Por su parte, Alejandro Encinas, director de “La Pasión: una película sobre el amor sin condiciones”, una obra inédita que pinta de cuerpo entero el latir tripero y que fue rodada durante el inicio de aquella difícil temporada le contó a Infocielo: ”había un ADN que nos habíamos comprado, que tenía que ver con ser representantes románticos de las épicas que terminan en tragedia. Esa tarde los hinchas de Gimnasia nos encontramos con algo desconocido, los finales felices eran posibles”.

 

“Como director de La Pasión y luego de un año de trabajo, sentí que se coronaba el esfuerzo de muchos, jugadores e hinchas, mi objetivo de estudiar qué había en éste club, en éste pueblo que insistía a pesar de todo, antes de que se jugara el partido del 12 de julio ya había obtenido la respuesta: amor incondicional. Y varias lecciones aprendidas para saber que sólo con eso no alcanza, pero sin eso no se puede soñar”,  cierra quien supo volver literal el concepto de una definición de película.

 

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