La ida a los 12 años, los viajes en lágrimas a Gualeyguachú y el día que se volvió: de Axel a Walter, la historia de sacrificio de los Atum
Axel Atum, junto a su papá Walter, en Cielosports
Por Luciano Zaffiro
El 7 de mayo del 2023 quedó grabado a fuego en la vida de Axel Atum, y de su familia, como así también de cada uno de aquellas personas que hicieron posible la contención, el acompañamiento y el desarrollo de un chico que llegó a La Plata con 11 años desde Gualeyguachú, donde quedaron sus padres, para jugar en Estudiantes.
El juvenil que irrumpió en la Reserva a comienzos de este año, tuvo su tan ansiado debut en Primera División, el pasado domingo, en el estadio UNO, y ante Vélez. Allí, estaba su familia, la que se vino desde Entre Ríos para vivir un momento que esperaron, y soñaron, durante mucho tiempo.
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En diálogo con CIELOSPORTS, Axel Atum contó su historia, repasó su camino futbolístico y recordó los sacrificios que hizo para cumplir su sueño. Junto a su padre, Walter, recordaron las angustias y todos los momentos que no compartieron para poder llegar a debutar en Estudiantes.
“Soy hijo único. Mis papás y mi familia, como mis amigos siempre me están apoyando y están conmigo”, empezó reconociendo el futbolista de 17 años. Y agregó: “Mis viejos pudieron estar en todos los partidos, menos contra Bragantino, donde jugamos en Brasil”.
El debut en Estudiantes, ante Vélez, no solo fue especial para Axel Atum por ser en el estadio UNO, sino porque allí estaban presentes sus padres, a los que poco ha visto estos años. “Los vi después del partido, estaban junto a otros familiares, a mi viejo se le caían las lágrimas y mi vieja, un poco más tranquila. Me dieron la camiseta del debut y se la di a mis viejos, para que quede en mi casa”.
La distancia entre él y sus papás se dio cuando tenía 12 años, ya que consiguió un lugar para quedarse en la pensión del club y ya no volvió a Entre Ríos, salvo aquel mes que necesito de la familia porque ya no aguantaba más la distancia y la soledad.
“Empecé en Central Entrerriano y por intermedio de una familiar de un amigo de la familia, que es de La Plata, pude tener la prueba. El primer año iba y venía, hasta el año siguiente que me pudieron dar la pensión y ya me quedé”, recordó Axel Atum al explicar su camino y cómo se dio su llegada a Estudiantes.
Y agregó: “Tenía 12 años cuando llegué a la pensión de Estudiantes. Me costó mucho los primeros años, más que nada, lloraba todos los días, hasta que llegó un momento que no aguantaba más, y me dieron un mes para estar en mi casa. Después que volvió pude estar más tranquilo y disfrutar acá”.
Desde Gualeyguachú, y con permiso en su trabajo, su papá, Walter fue parte de la nota en el aire de La Cielo, y empezó hablándole a su hijo, quien hace horas firmó su primer contrato: “Felicitaciones mi hijo, nos enteramos de esa noticia tan hermosa del contrato, muchas felicitaciones. Estamos muy contentos y muy agradecidos a las personas que hicieron posible esto”.
Al ser consultado sobre lo que vivieron el pasado domingo, con el debut de su hijo, reconoció: “La verdad que es especial, aún se nos hace un nudo en la garganta, a la mamá y a mí, porque estos son momentos hermosos de los hijos, y se nos viene a la cabeza todo lo que pasamos, las angustias de tenerlo tan lejos y esas emociones llegan hasta las lágrimas”.
“Mucho orgulloso, mucha felicidad también para los abuelos, los tíos, los primos. Él hizo un sacrificio enorme al estar tan lejos, él se perdió cumpleaños, fiestas y vacaciones”, explicó Walter Atum al ser consultado cómo vivieron que Axel cumpla su sueño.
Walter, junto a su esposa, sufrieron mucho la ida de su hijo, con tan solo 12 años, de Gualeyguachú, para instalarse en la pensión de Estudiantes. Al recordar esos primeros viajes, para visitarlo, reconoció: “La primera vez que lo dejamos, como muchas veces que volvíamos de Gualeyguachú a La Plata, veníamos más de 200 kilómetros sin hablar porque el primero que hablaba era llorar”.
Por último, Walter explicó que “Como papá, como mamá, como familia, queremos que nuestro hijo cumpla sus sueños y sus metas. Pero más allá de sus sueños futbolísticos, a Axel le remarco seis cosas, que siempre se las digo: trabajo, sacrificio, compromiso, lealtad, sencillez y humildad. Que nunca se olvide de esto”.
Por su parte, Axel los reconoció y les agradeció que siempre estén, ya son fundamental en este camino. “Mis viejos tienen mucho que ver, gran parte es por ello, me ayudaron siempre, me contuvieron cuando me quería volver, y gracias a ellos también pude cumplir mi sueño”, concluyó el joven futbolista de Estudiantes.