Central Córdoba - Estudiantes La insólita mano no cobrada que casi le cuesta el partido al equipo de Domínguez
Un nuevo error escandaloso en contra de Estudiantes pasó prácticamente desapercibido: los jugadores no reclamaron, y los medios la sacaron de los resúmenes.
El empate entre Central Córdoba y Estudiantes tuvo otro error escandaloso que nuevamente perjudicó a Estudiantes. En una jugada de muy sencilla resolución, el árbitro Andrés Gariano decidió no sancionar una mano grosera de Rak, uno de los defensores de Central Córdoba de SDE, que abortó un ataque peligroso de Estudiantes, y tenía sobrados elementos para evaluar la expulsión del central.
La jugada que se presentó a los 38 del segundo tiempo, nace de un despeje largo de Arzamendia a la posición de Rak, defensor del ferroviario, quien en el retroceso defensivo perdió la vertical, y para evitar que Fabricio Pérez sacara proveho de la acción y se fuera mano a mano con Ingolotti, ensayó un manotazo con la destreza digna de un arquero que salva un gol desviando el balón por encima del travesaño.
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La jugada era de sencilla resolución. Gariano no estaba obstaculizado en su visión, y no intervenían muchos jugadores en la acción. Si se detiene la imágen en el momento de la "atajada" se ve con claridad que el árbitro tiene la visión despejada, y la asistente dos Gisella Bosso se encontraba perfectamente ubicada para observar la acción con nitidez y avisarle al juez principal. Mano grosera, tiro libre para Estudiantes, y posible roja. Sin embargo la acción continuó a favor de una acción de riesgo de Angulo que el árbitro habilitó, y al momento del contraataque de Estudiantes frenó para que atendieran a Rak que se encontraba tendido en el suelo reclamanto atención médica.
Por si fuera poco, Ariel Penel que estaba a cargo del VAR en Ezeiza (aquel del off side de córner en Sarmiento-Gimnasia que le valiera la carrera arbitral a Diego Abal) habría considerado que la mano no representaba riesgo de gol en favor de Estudiantes, argumento que seguramente debe haber considerado para no invitar al árbitro a reconsiderar su decisión inicial.
La curiosidad del caso es que la jugada sólo fue protestada por Fabricio Pérez que se encontraba al lado de la acción, y tibiamente reclamada por Fede Fernández que a esa altura llevaba la cinta de capitán, y que recibió el clásico gesto del árbitro sobre la intervención del VAR. El resto, algún gesto de Cetré y Bautista Kociubinski, además de los clásicos gritos desde el banco que poco pesaron en el ánimo de Gariano. Esta vez ni si quiera las ya abiertas críticas Sebastián Verón a la estructura de AFA se detuvieron en el grosero error del cuerpo arbitral.
Estudiantes ha sido víctima en el último tiempo de errores arbitrales que le costaron partidos y este pudo haber sido uno de ellos. Esta vez, el palo lo salvó de un castigo mayor.