Argentina, el Mundial de Natación y una historia de vida
Por Andrés Caviglia
No hay historia que no llegue con otra detrás ni con un horizonte por encarar y algo de esto es lo que le está pasando a Andrés Sanelli que con 31 años - y con casi la mitad de su vida entregada a la natación - el destino le otorga la posibilidad de sentirse en plenitud con la práctica de su deporte formando parte del equipo de natación que devolverá a la Argentina a una competencia internacional de la que hace 36 años que no forma parte es tan importante como lo que Dogos logró en la individualidad de este nadador federado Máster nacido en La Plata.
Para contextualizar la llegada de un equipo argentino al IGLA (International Gay y Lesbian Aquatics) 2022 o “mundial de la diversidad”, hay que saber que existe Dogos como espacio de contención para minorías que buscan disfrutar del deporte alejados de violencias y discriminaciones y a su vez Dogos pertenece a las AADD (Asociación Argentina de Deportistas por la Diversidad)
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En este escenario, donde la pandemia se suma como marco fundamental, es donde aparece la historia de Andrés, que de un momento a otro se halló siendo parte del hecho histórico que significa que después de casi 30 años la Comisión Directiva de IGLA apruebe la solicitud para que Argentina sea candidata a organizar el torneo en 2024 pero, por sobre todo esto, que el país vuelva a tener representación internacional en esta competencia. Algo que no pasaba desde 1986 y que ocurrirá desde el 6 al 10 de abril en Palm Spring en California, Estados Unidos junto a 8 integrantes del equipo.
La historia detrás de la historia
Los caminos de Sanelli y de Dogos se cruzaron en el momento de la cuarentena más severa (vale recordar que la natación fue una de las últimas disciplinas en tener el alta gubernamental para su práctica). ”Yo me encuentro con Dogos en 2020, en plena pandemia cerrada ya que estoy mucho en redes. Porque además de deportista soy diseñador industrial, me dedico a la comunicación visual en redes sociales y también soy docente ”, explica Andrés, que alterna sus trabajos y estudios con su tarea de guardavidas y el entrenamiento.
“En medio de la pandemia y en la virtualidad es que aparece Dogos, ahí encontré el activismo de todo el colectivo ”, algo nuevo en la vida del nadador platense que durante años puso el foco en las aguas abiertas y que compitió no sólo a nivel local con el equipo Montego sino también en el plano sudamericano.
“El entrenador, Hugo Melano, se pone en contacto conmigo y me pide una entrevista. Y la verdad es que yo estaba mambeado con el hecho de salir. Yo nunca salí a decir nada de mi condición, estoy en Dogos porque representa mis valores. Hoy estoy en un proceso de final de recorrido, donde me puedo explayar de determinada manera, donde estoy trabajando para sentirme seguro para decir soy esto, quiero hacer esto y siento esto”, le explica a Infocielo quien fue también guardavidas olímpico en los pasados Juegos de la Juventud.
Andrés Sanelli utiliza mucho la palabra mambeado, y en la empatía para intentar reconocer el sentido del significado reside la posibilidad de comprender algo de lo que hoy puede pasarle por el cuerpo y, por, sobre todo, la cabeza: “ Es el torneo más importante de mi vida y también que estoy alcanzando la meta en un contexto de país complicado. Yo nunca tuve todo resuelto. Soy de los que trabaja desde temprano, tengo otro laburo y vuelve a entrenar. Se trabaja mucho para poder sentirse pleno. Muchas veces nadé mambeado. Para mí ir a este torneo representa ir a un lugar sin discriminación y sin violencia. En todos no pasa, pero hay casos. ¿Por qué tienen que seguir existiendo un Mundial de la diversidad? Todavía hay microviolencias. Este que viene va a ser un torneo que siento que no se va a violentar a ningún deportista por su condición o por ser parte de una minoría y es sumamente importante ”.
La llegada de Sanelli y el equipo de Dogos Natación (que nació de Dogos fútbol y que hoy se está expandiendo a otras disciplinas como el básquet) marca un hito en la historia general y en la de Andrés en particular que hoy nota el peso de haber dado un giro en su forma de vincularse con el deporte y que se encuentra con la chance de poder dar un mensaje para quienes lo escuchen: “ Que nadie se sienta menos ni más para hacer el deporte que quiera, con el cuerpo que tenga, con la edad que tenga, con la condición que tenga. En la natación la exigencia es mucha y se crean teorías que no son tales como las que dicen que no se puede competir sino se empezó de chico. Nunca es tarde para comenzar a practicar un deporte ”, dice Andrés que encontró una pulsión ante la llegada de IGLA 2022, una que lo llevó a sus 31 años a caminar hacia las metas de otra manera más allá del resultado final: “No sé cómo me va a ir deportivamente, pero me sirve para haber conquistado cosas. Me sirve para levantarme, me sirve para todo, para formarme y para sociabilizar”
Andrés Sanelli competirá en los Estados Unidos del 6 al 10 de abril en el IGLA 2022 y lo hará en los 50, 100 y 200 metros y en la modalidad mariposa en el mismo lugar donde Dogos Natación lanzará la candidatura para que Argentina también sea sede de natación a nivel mundial para “IGLA 2024”, junto con el mundial de futbol y el torneo de la GLTA, sería la primera vez que se realice un torneo de esta envergadura en Sudamérica.