Hay algo que cambió en la cabeza, en el chip de la gente de Racing. Luego de años de martirios se corrió del lugar del sufrimiento para retomar el control y ponerse como protagonista. Aquel discurso derrotista y esa mirada burlona que recaía sobre el primer equipo campeón del mundo del país – por parte de propios y extraños- quedó enterrado desde aquel 27 de diciembre de 2001 de la mano de Mostaza Merlo y los suyos.
Aquel diciembre no fue uno más para la Argentina. El país buscaba sacar la cabeza de su crisis más profunda tras el retorno de la democracia y en medio del dolor, el hambre y la sangre, había un grupo privilegiado que, paso a paso, iba encontrando una esperanza de felicidad que se abrazaba un resultado futbolístico. Dicen que este es un país con cabeza de pelota y aunque el debate es largo y profundo, esa cabeza salvó a una parte de nuestra población de la más triste realidad. Al menos por un rato, Racing curó las heridas de los suyos y su epopeya desvió la atención de los ajenos.
Estos contextos históricos donde la Academia ha cosechado títulos les dan un marco aún más épico a sus conquistas. La historia indica que Racing ha logrado ser campeón en los momentos más críticos de la Argentina. Los de Avellaneda cuentan en su palmarés con 189 torneos nacionales (récord que incluye sus siete campeonatos consecutivos entre 1913 y 1919) pero los últimos cinco (1966, 1988, 2001, 2014 y el último conseguido en la temporada 2018-19) se dieron en momentos críticos del país.
¿De Panaro o en contra? El gol del Lobo que se gritó con todo en el Bosque
Tras el centro de Jere Merlo, Martínez quiso rechazar y la pelota se le metió a Mansilla. ¿Le llegó a rebotar al extremo del Lobo? Por lo pronto, lo gritó como loco...
La camiseta de Racing sobre el diciembre negro de 2001
Ese 27 de diciembre de 2001 marcó un antes y un después para Racing que desde entonces no sólo cosechó más títulos, sino que se dio el gusto de gozar de una buena racha en un clásico de historial deficiente con Independiente y de vivir con alegría el regreso de ídolos de la cantera como Diego Milito primero y Lisandro López después.
En esta reividicación histórica han sido los propios protagonistas quienes han salido al cruce de frases inadecuadas en estos tiempos racinguistas. Tanto Maximiliano “Chanchi” Estévez como Hugo Lamadrid (campeones en 2001 y 1988 respectivamente) salieron a cruzar al propio presidente Víctor Blanco tras declarar de forma desafortunada sobre el sentir del hincha: “hubo momentos muy difíciles, en el cual ser hincha de Racing…costaba ponerse la camiseta”, dijo el titular y los ex jugadores le fueron al cuello.
Tan importante fue aquel logró del equipo de Mostaza (que hace pocos días firmó para volver a dirigir en el país) que desde la tienda de Racing se puso a la venta un modelo de camiseta en homenaje a aquel título obtenido en los difíciles inicios del 2000 donde apellidos como los de Campagnuolo, Úbeda, Loeschbor, Bastía, Chatruc, Milito convivían con el desastre institucional que instaló el gobierno de Fernando de la Rúa.
