Hablar de Alan Sosa es hacerlo sobre uno de los tantos juveniles que se convirtieron en piezas importantes de Primera en Gimnasia en las últimas semanas de trabajo en Abasto. El juvenil categoría 2003 pasó de integrar el tercer equipo a pelear por un lugar en el once titular para el debut y firmar su primer contrato hasta diciembre de 2025.
La rúbrica del vínculo con el Lobo se da en un contexto en el que cuenta con la confianza de Sebastián Romero, quien ya lo había dirigido en Reserva dándole mucho rodaje, y en el cual viene de tener buenos rendimientos en los amistosos. En ese marco Mariano Maida, ex colaborador en Inferiores y fútbol femenino, trajo un recuerdo en redes sociales.
El hoy DT de futsal en Gimnasia se volcó a su cuenta de Twitter para contar un recuerdo junto a Alan Sosa con un protagonista clave: “Hay historias que no se conocen y que son muy importantes. Esta es una de ellas. La importancia de los buenos formadores y de los maestros en los clubes. En 2019 me tocó ser compañero de Rodrigo Roselli en la Séptima de Gimnasia”.
La operación de Mammini desató una guerra mediática entre los médicos del club y su representante
Fabio Scandizzo, repre de Ivo, prendió la mecha sobre las condiciones en las que el jugador emigró a Europa y los médicos del club sacaron un comunicado desmintiéndolo. ¿Y los dirigentes? Por ahora “silenzio stampa”, diría Coco…
“No me impresionó su capacidad táctica ni su capacidad técnica, ni ningún otro tipo de conocimiento futbolístico, que los tenía por cierto. Lo que más me llamó la atención es su don de persona. La empatía que sentía por cada uno de los jugadores, el cariño y el afecto, pudiendo ver más allá de un simple jugador”, continuó Mariano Maida.
En ese sentido agregó: “Rodri no solo hacía de DT. Hacía de padre, madre y psicólogo. Fueron incontables las veces que pasamos por la casa de Alan Sosa para buscarlo así podía ir a entrenar. Siempre confío que sería una de las promesas importantes del club. Lo mismo hizo con Lea Mamut, con Mate Cardozo y así con cada uno de los chicos”.
“Su tarea no empezaba y terminaba en la cancha. Salía a merendar con los chicos para saber cómo estaban o si necesitaban algo. Es por eso que este contrato me genera mucha emoción, no solo por Alan sino también por Rodri y todos los formadores que silenciosamente trabajan para tratar de cambiarle la vida a las personas que nos rodean”, destacó.
Por último, cerró: “De eso se trata el fútbol, de poder transformar la realidad. Es solo una anécdota más y obviamente todos los que llegan tienen TODO el mérito por haber perseguido sus sueños. Pero en el camino necesitas de esas personas que siempre te tiran una mano, te ayudan a no caer. La vida es compartida y en manada”.
