Política y Economía
COMO LA PARRALA

La indecisa oposición argentina es el verdadero poder

No se deciden si atacar al gobierno por lo mucho o por lo poco, por la izquierda o por la derecha. En Argentina la oposición es el poder pero siempre camuflado

Permítanme una antigüedad... La oposición argentina es como "la parrala". Niños, adolescentes y adultos menores de 40 (tal vez 50) no sabrán de que estoy hablando. Pero sí entenderán lo que es el verdadero poder, ese poder que nunca se retira de la escena, gane o pierda elecciones.

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"La parrala" era una copla española muy utilizada por los inmigrantes que llegaban de tierras andaluzas a Argentina para graficar la indecisión porque en sus versos decía "Que sí, que sí, que sí, que sí,/ que a la Parrala le gusta el vino./ Que no, que no, que no, que no,/ que el aguardiente y el marrasquino./ Que sí, que sí, que sí, que sí,/ que si no bebe no pué cantar./ Que no, que no, que no, que no,/ que sólo bebe para olvidar."

Pero la oposición en Argentina es el poder "denserio", como decíamos de niños, y no es indeciso como el personaje de Balá (otro recuerdo olvidado, ya que hablamos de la infancia), es indeciso por conveniencia.

No se decide sobre si la nuestra fue la cuarentena más larga del mundo o si no se hizo lo suficiente para frenar el virus .

No se decide a acusar de mantenernos encerrados o a si no reprimió lo suficiente a quienes rompieron adrede el confinamiento.

No se decide a si la fórmula jubilatoria desfinancia las arcas del Estado o a defender a los jubilados de sus magros sueldos.

No se define a si hay que ajustar el gasto en Argentina, o hay que preocuparse por el hambre y el aumento de la pobreza.

El verdadero poder en la Argentina que es la oposición tiene al igual que Marx (pero Groucho) principios para toda necesidad, por izquierda o por derecha. Por eso tampoco se decide a si debe cobrársele un impuesto extraordinario a los ricos, bueno, perdón, me retracto, no estaría siendo justo, ahí si tomaron postura de izquierda a derecha : Con los ricos no se metan, son el fiel reflejo de lo que todos aspiramos, y aunque solos sean 12 mil personas, son NUESTROS 12 mil, los más exitosos, los que nos dan trabajo en la Argentina y sobre todo los que nos brindan el entretenimiento sin el cual nuestros días serían oprobiosos. Son EL PODER.

Por eso la oposición argentina es como la parrala pero en términos hipócritas, porque no es indecisa en realidad. Se hace. Sabe muy bien lo que quiere. Y lo único que desea es desgastar a cualquier poder que represente intereses populares que, como siempre, estarán alejados de sus propios intereses.

Porque la oposición no son los partidos que perdieron las elecciones, esos en todo caso son sus servidores, la oposición son los medios de comunicación y sus aliados : el poder que no se deja ver, el que no se presenta a elecciones, porque no las necesita. Muy pocas veces quienes son capaces de inmolarse para defender a esos poderosos son capaces de sincerarse y decir la verdad, o quizás lo hagan cuando pierden protagonismo como le pasó a Mónica Gutiérrez que en un rapto de honestismo habló de la hipocresía que conlleva levantar los dos relatos al mismo tiempo.

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A veces los representantes mediáticos del poder en Argentina se sinceran y dicen la verdad

Porque si fuera por ellos, el poder real, el que siempre está como el sol en un día nublado, no se necesitarían elecciones. El mercado ordenaria todo como "debe ser".

Ellos son la banca, los que al final siempre ganan, los que tienen la fuerza de horadar la piedra gota por gota sin cansarse, los que esperan el plato que se come frío, los que tienen el tiempo para ver pasar el cadáver de su enemigo, a los que casi siempre les sale el tiro del final y los que ríen al último.

Son los que defienden lo que está, tal como está, o si es posible como estaba en la Argentina de principios del siglo XX hasta 1945 con excepción del 16 al 30.

Se aseguran de apostar a rojo y a negro en la ruleta. O al rojo y al azul en Estados Unidos. Tienen cubiertas las opciones y planificado el futuro y lo único que detestan son las anomalías, que en los ultimos 100 años sólo se llamaron Irigoyen, Perón y los Kirchner. Por eso la nombran tanto a Cristina, que es la mayor anomalía que les queda viva.

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