En el marco de las medidas anunciadas para reducir el déficit fiscal, quedaba por definir el alcance de la reducción de los aranceles de exportación. Finalmente, y tras unos días de incertidumbre, el Gobierno nacional oficializó cuál será el alcance de este anuncio.
En el Decreto 767/2018, se publicó el listado de productos que serán alcanzados por esta medida. En los fundamentos, destacaron que “debido al contexto internacional y la necesidad de fortalecer la situación fiscal, se considera necesario efectuar un proceso de revisión y reestructuración integral sobre el régimen de Reintegros a la Exportación”.
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En el caso de la carne bovina, los reintegros quedaron fijados en un rango de 0,5 y 1,25%, de acuerdo a la modalidad de envío. Por el lado de la actividad pesquera, recibirán entre el 0,5 y 1%, mientras que en la actividad lechera, la leche entera en polvo pasará del 3% al 0,75%.
En producción aviar, los porcentajes definitivos oscilarán entre el 1 y 1,75%. Para los molinos trigueros, la harina pasará a tener un reintegro del 0,75%.Con estas medidas, desde la Casa Rosada esperan ahorrar unos 5.000 millones de pesos en el resto del año y 29.000 millones de pesos para 2019.
En líneas generales, existe un marcado rechazo a esta decisión por parte de distintos actores de la cadena agroindustrial. En el caso de la actividad lechera, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) remarcaron que vienen “trabajando en abrir mercados, con precios que son muy ajustados, y sería un retroceso muy grave para el sector”.
Desde Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO), su presidente Carlos Iannizzotto sostuvo en declaraciones periodísticas que las “economías regionales sin exportaciones es un desafío difícil, los productores necesitan la herramienta del reintegro”.
Al conocer esta medida, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) solicitó una reunión con el presidente Mauricio Macri. Finalmente fueron recibidos por el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, y el ministro de Agroindustria nacional, Luis Miguel Etchevehere. Los empresarios manifestaron, entre otros temas, su preocupación por una medida que desde su perspectiva podría reflejarse en cierre de plantas industriales y una mayor primarización de la actividad agropecuaria.
La excepción a esta situación se puede ver por el lado de la industria frigorífica, en donde estiman que esta situación no tendrá un impacto considerable. Esta postura debe analizarse desde dos variables: por un lado, la devaluación del peso frente al dólar hace que los frigoríficos no recorten sus márgenes rentables. El segundo punto es la cercanía de este sector con el Gobierno nacional, en el marco de la Mesa de Carnes.
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