Afiche por elecciones en Brasil de Lula junto a Néstor Kirchner
Con una imagen compartida en primer plano entre Néstor Kirchner y Luiz Inázio Lula da Silva, en una foto de los años que ambos eran presidentes de sus países, Buenos Aires y otras urbes de la Argentina amanecieron mostrando el apoyo del Kirchnerismo a la candidatura de quien ya fuera presidente del país vecino a través de un afiche muy cuidadosamente diseñado.
Un detalle a recordar es que además de compartir valores, miradas estratégicas y políticas públicas, ambos mandatarios asumieron en 2003.
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“Bolsonaro está nerviosho”, le dice supuestamente Néstor Kirchner al oído a su colega Lula Da Silva, el ex presidente y actual candidato de Brasil, a quien se lo ve sonríendo.
La frase rememora el enfrentamiento entre el kirchnerismo y el Grupo Clarín, en medio del conflicto de la denominada “Ley de Medios”, y utiliza la "h" después de la "s" parafraseando un cierto "seseo" que caracterizaba al ex presidente.
Las pegatinas del afiche y los eventos en esa línea de "campaña pre electoral" son realizados por lo que se denominó “Comité Argentino Lula Presidente”.
Uno de los principales referentes de esta “organización” es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. «Hemos visto una campaña extraordinaria, un Lula con un esfuerzo como si fuera más joven que nosotros. Lula está con fuerza, viene con todo y va a ganar las elecciones en Brasil. Lula va a ser el próximo presidente de Brasil», señaló el mandatario bonaerense.
Cristina Kirchner y el "Frente de Todos" se “pegan” así a Lula, en búsqueda de la capitalización de una eventual victoria para reforzar la idea de la llamada Patria Grande en mano de gobiernos de carácter 'nacional y popular' .
No hay memoria de otra ocasión en la que en Argentina se haya fomentado tan fuertemente el apoyo a un candidato de otro pais (ni siquiera campañas anteriores de Lula Da Silva o el PT de Brasil), pero todo da a entender que no se trata de una búsqueda del voto de los brasileños residentes, sino un apoyo explícito del gobierno de Alberto Fernández, y en particular del sector kirchnerista, a la vuelta de Lula Da Silva al Palacio de Planalto.
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