Agro
Repudian medida de Macri

Matarifes y abastecedores, molestos por la decisión oficial de implementar el Remito Electrónico

Entienden que esta medida, implementada para controlar de manera integral el peso de faena en los frigoríficos, los obliga a ejercer como agentes de percepción fiscales ante las carnicerías.

En el marco de la Mesa de Ganados y Carnes, el Gobierno nacional implementó medidas para avanzar en transparentar a esta cadena de valor. Desde el pasado 1° de mayo, en los establecimientos frigoríficos es obligatorio el uso de los Controladores Electrónicos de Faena (CEF), también denominados “cajas negras”.

Estos dispositivos controlan de manera integral el peso de faena en los frigoríficos, y establecen multas en aquellos casos en donde el peso de faena se encuentra por debajo del mínimo que establece la ley. Otra de las medidas que se tomó en este camino es el pago de un Fondo de Garantías. Se trata de un depósito que deberán efectuar en el Banco Nación por una cifra equivalente a sus niveles mensuales de faena, en concepto de garantías por pagos del IVA, las contribuciones de la seguridad social y futuras multas.

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El talón de Aquiles en esta cadena lo constituyen las carnicerías, que se encuentran sumidas en una gran informalidad. En paralelo a la implementación de estas medidas, en la Mesa de Carnes se busca abordar esta problemática, y desde el gobierno la idea es que las carnicerías empiecen a normalizar su situación.

Pero una resolución de AFIP preocupa a los matarifes y abastecedores, quienes tienen el vínculo más estrecho con las carnicerías. Desde el próximo 1° de septiembre, de acuerdo a la Resolución 4256 del organismo recaudador, entrará en vigencia el uso obligatorio del Remito Electrónico Cárnico (REC). La normativa establece a este remito como único documento válido para el traslado automotor dentro del territorio de la República Argentina de carnes y subproductos derivados de la faena de hacienda de las especies bovinas/bubalinas y porcinas.

Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) dejaron en claro su postura contra esta medida, al entender que obliga a los matarifes a ejercer como agentes de percepción de las carnicerías. Los puntos de ventas constituyen el desafío más grande a la hora de instalar la transparencia comercial, y en este punto sostienen que el Estado debe encargarse de la fiscalización.

En esta instancia, los matarifes no tienen problemas en sumarse a la instrumentación del remito electrónico, pero señalan que lo harán cuando las carnicerías regularicen su situación frente al fisco. Los matarifes mantuvieron reuniones para analizar esta situación, y coinciden en que en esta etapa, el objetivo central es lograr blanquear a las carnicerías. “Estos negocios no están inscriptos en la AFIP, trabajan de manera informal y se nos dificulta poder facturarles. No podemos ir en contra de nuestros clientes, de la fiscalización debe encargarse el Estado”, advirtieron desde la CAMyA, ante una consulta de INFOCIELO.

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